Luego de algunas horas de alarma y preocupación, en las que Kiev alertó sobre un posible desastre nuclear, los servicios ucranianos lograron extinguir las llamas que no afectaron las instalaciones secundarias, y además, no provocaron una suba en los niveles de radiación.
Aparentemente ralentizada en Kiev y en Járkov, la segunda ciudad de importancia en Ucrania, la invasión progresa en el sur. En esta zona, los ataques rusos causaron un incendio en la central nuclear de Zaporiyia, ubicada unos 150 km al norte de la península de Crimea que Moscú se anexionó en 2014.
Zelenski habló y dijo que “hay que impedir que Europa muera de un desastre nuclear”.
“Ningún otro país excepto Rusia ha disparado jamás contra centrales nucleares. Este Estado terrorista recurre ahora al terror nuclear”, manifestó en un video el presidente ucraniano Zelenski, acusando a Moscú “repetir” la catástrofe de Chernóbil, y pidió a las potencias occidentales para frenar a Rusia: “Hay que impedir que Europa muera de un desastre nuclear”, añadió.
En Kiev, indicaron que fueron tanques rusos los que abrieron fuego. “Estos tanques están equipados de visores térmicos, con lo que saben qué hacen, estaban preparados”.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) señaló que los niveles de radiación del lugar no se vieron alterados y el fuego no llegó al equipamiento “esencial”, pero advirtió del “grave peligro” de esa embestida. La central eléctrica de Zaporiyia en la ciudad ucraniana de Energodar alberga seis reactores de 950 megavatios de diseño soviético construidos entre 1984 y 1995, y provee aproximadamente el 20% de la electricidad del país.
Por el momento, los países occidentales entregaron armas a Ucrania, pero centraron su respuesta en una batería de sanciones para aislar a Rusia diplomática, económica, cultural y deportivamente. De todos modos, esto no parece perturbar al maestro del Kremlin.