El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso afirmó hoy que los objetivos militares de Rusia en Ucrania ya no se limitan “únicamente” al este del país y precisó que mantener conversaciones de paz “no tiene sentido” en este momento.
“Ahora es una geografía diferente. No se trata solo de DNR (Donetsk) y LNR (Lugansk), sino también de la región de Jerson, la región de Zaporiyia y otros territorios”, anunció el canciller ruso, Serguei Lavrov.
Cuando Rusia y Ucrania discutieron en marzo pasado un posible acuerdo para poner fin a las hostilidades, “nuestra disposición para aceptar la propuesta ucraniana se basó en la geografía de marzo de 2022”, explicó el funcionario en conversación con la prensa local.
A fines de marzo Rusia retiró las tropas que tenía desplegadas en torno a la norteña Kiev desde el inicio de su invasión el 24 de febrero y en mayo anunció el comienzo de una ofensiva para “liberar” el Donbass, integrada por las provincias de Lugansk y Donetsk.
VER: Zelenski destituyó al jefe de Inteligencia y a la fiscal general entre rumores de traición
A principios de este mes, el Ejército ruso comunicó la captura de Lisichansk, la última gran ciudad no ocupada de la provincia oriental de Lugansk.
Otro paso clave fue el de la semana pasada, cuando los separatistas prorrusos, que combaten junto al Ejército ruso, dijeron que habían tomado el “control operacional” de Siversk, una de las tres localidades más importantes de Donetsk. En los últimos días continuaron su avance hacia el oeste de Donetsk, con ataques sobre Kramatorsk y Sloviansk, las otras dos ciudades más grandes en poder de Ucrania en esa provincia.
Pero también desde el inicio de la invasión a Ucrania, el Ejército ruso logró ocupar parcial o totalmente otras provincias, entre ellas dos que se ubican en el sur del país, Jerson y Zaporiyia, esta última limítrofe por el este con Donetsk.
En tanto, Jerson envuelve por el norte a Crimea, la península ucraniana que Rusia se anexionó en 2014, lo que le permitió formar un corredor terrestre desde sus fronteras con Ucrania hasta Crimea, que incluye además, hacia el este, a parte de la vecina Zaporiyia y gran parte de Donetsk y Lugansk.
Con este nuevo mapa, Lavrov afirmó que “no tiene sentido en la situación actual” mantener negociaciones de paz y estimó que los precedentes contactos “sólo han puesto de manifiesto la falta de voluntad de la parte ucraniana para discutir seriamente de lo que sea”, informaron las agencias de noticias RIA Novosti y AFP.
Mientras tanto, feroces combates continúan desarrollándose en el este de Ucrania, que cuenta con recientes entregas de mejores piezas de artillería occidentales.
Lavrov advirtió que si Occidente continúa entregando a Ucrania armas capaces de golpear a larga distancia, como los lanzacohetes múltiples estadounidenses Himars, los objetivos geográficos de Rusia cambiarían aún más.
“No podemos permitir que, en la parte de Ucrania controlada por (el presidente Volodimir) Zelenski o su reemplazante, se encuentren armas que pueden amenazar directamente nuestro territorio o el de las repúblicas (separatistas) que declararon su independencia o quieren elegir su futuro solas”, aseguró el canciller.
También reiteró que Estados Unidos y el Reino Unido estaban ampliando las hostilidades y rechazó las declaraciones de Estados Unidos, que acusó a Rusia de “trabajar para anexionar los territorios ucranianos” que pasaron a estar bajo su control en los últimos meses utilizando el mismo “modus operandi” que hizo con Crimea en 2014.
“Es una pura mentira decir que la operación militar rusa tiene como objetivo la conquista. Estamos llevando la paz a los territorios liberados”, respondió la embajada rusa en Estados Unidos.