Rusia bombardeó a Lviv, una ciudad ucraniana que se encuentra al oeste del país y a 70 kilómetros de la frontera con Polonia. Según indican las fuentes oficiales, el número de fallecidos este lunes asciende a 7.
El gobernador de la región llamado Maksym Kozytskyy, afirmó que aún esperan encontrar más personas muertas ya que todavía no finalizan con las tareas de rescate.
En sus palabras exactas, sostuvo: “Los escombros todavía se están desmantelando, por lo que las cifras no son definitivas”. Y añadió: “Hay tres heridos graves y un niño leve”.
Los ataques que destinó Rusia a este lugar destrozaron las ventanas de ocho edificios residenciales y de una escuela. También impactaron tres misiles en almacenes y un cuarto en un taller de reparación de neumáticos.
La ciudad de Lviv, había permanecido hasta ahora prácticamente intacta por el conflicto. Solo se había registrado un único ataque en los alrededores desde el estallido de la guerra. Es uno de los principales puntos de salida de Ucrania por estar cerca de Polonia, donde miles de personas se han refugiado desde el inicio de la invasión rusa.