Franco Colapinto continúa marcando su ascenso en el automovilismo internacional, sorprendiendo no solo por su talento al volante, sino también por su carisma fuera de las pistas, lo que ha consolidado la confianza de sus patrocinadores.
El mencionado respaldo económico resultó clave para que el joven piloto concretara su traspaso a la escudería Alpine, en un movimiento que generó impacto en el mundo de la Fórmula 1.
La ex Renault mantuvo intensas negociaciones con el equipo Williams para asegurarse los servicios de Colapinto. Lo llamativo es que ninguna de las dos escuderías contaba con una butaca titular para ofrecerle, pero aun así pelearon por fichar al argentino, subrayando el potencial que ven en él.
Finalmente, Alpine logró incorporarlo y lo presentó con una puesta en escena digna de un piloto estelar, a pesar de que ocupará el rol de tercer corredor suplente dentro de su estructura, compartida con el joven Paul Aron y el experimentado Ryō Hirakawa.
Además, trascendió una cifra que refleja la apuesta fuerte de Alpine por el argentino: según especulaciones, el equipo habría desembolsado cerca de 20 millones de dólares, una inversión atribuida al impulso de su asesor, Flavio Briatore.