Portugal endureció hoy las condiciones para el ingreso de viajeros y el uso del tapabocas volvió a ser obligatorio en el interior de lugares públicos, al ingresar hoy en “estado de calamidad” para combatir un fuerte avance del coronavirus.
Este estado especial de crisis, anunciado hace seis días, es el segundo de Portugal en lo que va del año, está un escalón por debajo del de emergencia y faculta al Gobierno a imponer medidas estrictas sin aval del Parlamento.
Las mascarillas son obligatorias desde hoy en los lugares públicos cerrados, y las personas deben mostrar una prueba de vacunación contra la Covid-19, que se han recuperado de la enfermedad o un test negativo para entrar en restaurantes, cines, gimnasios y hoteles, entre otros sitios.
Las discotecas, hospitales, geriátricos y estadios deportivos también deben exigir un test negativo en coronavirus a todos los visitantes y clientes, incluyendo a los vacunados.
Nuevas medidas
Según las nuevas reglas, los pasajeros deben presentar también un test negativo en los aeropuertos, puertos y pasos fronterizos terrestres de Portugal, uno de los países de la Unión Europa (UE) con mayor tasa de vacunación anticovid.
El Ministerio de Salud reportó hoy 2.907 casos y 15 muertes en las últimas 24 horas, informó la agencia de noticias Europa Press.
Ver: Variante Ómicron: el Gobierno no descarta medidas en el corto plazo
Expertos creen que el índice de vacunación de Portugal del 87% de sus más de 10 millones de habitantes, que es de los más altos del mundo, ha evitado los enormes picos de contagios experimentados por otros países de Europa.
De todas maneras, el número de hospitalizaciones por Covid-19 ha estado en aumento desde septiembre.
Autoridades de Portugal informaron esta semana un brote de casos de la nueva variante Ómicron del coronavirus, entre jugadores de un club de fútbol de primera división y de un doctor que estuvo en contacto con ellos.