Plan de resiliencia, la iniciativa del Gobierno nacional que beneficiará a parte de Mendoza

Se trata de un programa de obra pública para generar empleo y dar viviendas en 318 ciudades.

El Gobierno nacional puso en poner en marcha lo que algunos llaman “plan de resiliencia” destinado a que se sobrepongan los municipios más castigados por la pandemia, y uno de ellos es el Gran Mendoza.

Debido a esto, destinaron una inversión estimada de $68.686 millones que incluye un refuerzo presupuestario de $28.000 millones para obras públicas de rápida ejecución que generen mano de obra intensiva y local.

Según el Cronista Comercial, más allá de que no lo admitan públicamente, en la Casa Rosada sostienen que el programa que empezó a desplegar el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, apunta a mostrar una mejora social, económica y sanitaria en las comunas más golpeadas por el Covid en medio de la campaña electoral.

En la teoría de la psicología la idea de “resiliencia” se usa para marcar la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente o una separación. En este caso, el plan de inyección de fondos para obra pública del Gobierno actuará como una suerte de alivio destinado a aquellas zonas castigadas por la pandemia para que puedan salir de inmediato de la crisis.

Las obras serán distribuidas en los 5 grandes conglomerados urbanos del país y en las ciudades con mayor índice de vulnerabilidad y más afectadas por la segunda ola COVID-19, con el objetivo de impulsar, en el corto plazo, la generación de empleo local y la reactivación económica a lo largo y ancho del territorio nacional.

Para desplegar este “plan de resiliencia” a los $68.686 millones que contemplaba el plan de obra pública de este año se le inyectó un refuerzo presupuestario de $28.000 millones y de la reasignación de partidas presupuestarias en el segundo semestre de 2021 hacia obras de rápida ejecución para generar mano de obra intensiva y local.

“La obra pública es la palanca de la economía y es la muestra tangible de que la Argentina ya está arrancando y se está poniendo de pie”, expresó el ministro Katopodis al mencionar el plan en marcha.

Se estima que el este ambicioso programa de obras alcanzará a unos 33 millones de habitantes y representan el 74,54% de la población. La distribución territorial se definió en base a los siguientes 3 criterios:

1. Los cinco grandes Conglomerados Urbanos: Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Mendoza y Gran San Miguel de Tucumán.

2. Municipios con “mayor criticidad” por el Covid, considerando los registros sanitarios de casos y defunciones en la segunda ola de coronavirus que pegó en la Argentina.

3. Municipios con mayor índice de vulnerabilidad, que considera las dimensiones Socio-laboral (tasa de desocupación, tasa de informalidad, IFE, Programa Potencias Trabajo y Tarjeta Alimentar) y Socio-habitacional (cobertura de agua y saneamiento y residencia en barrios populares).

Se ejecutarán obras de consolidación urbana tales como pavimentos, cordón cuneta, desagües pluviales y pequeñas obras de arquitectura de rápida ejecución.

A la vez, se prevén obras de agua y saneamiento como el recambio de cañerías y la extensión de redes finas de agua y cloacas. Y obras de infraestructura productiva. Esto es que se considerarán las iniciativas que favorezcan el desarrollo de la capacidad productiva de los municipios a través de intervenciones de infraestructura de apoyo a mercados populares, emprendimientos cooperativos, entre otros.

En el Gobierno están convencidos de que los municipios que fueron más golpeados en la pandemia podrán recuperarse rápidamente con un plan de obra pública acotado y que genere mano de obra intensiva. “El sector de la construcción presenta un crecimiento sostenido en los últimos meses, demostrando que la obra pública es uno de los motores para la reconstrucción de nuestro país”, sostuvieron en la cartera que dirige Katopodis.

Y evalúan que este impulso de nuevas obras e inversión implicará la generación adicional de 40.000 empleos, entre directos e indirectos, en las ciudades mayormente afectadas por la segunda ola Covid-19 y que, a su vez, están atravesadas por mayor vulnerabilidad laboral y habitacional. En este sentido, el objetivo es también impulsar la reactivación de las economías locales y la puesta en marcha de mano de obra en cada comunidad.

 

 

Artículos Relacionados

Volver al botón superior