El titular de la Fiscalía ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de San Juan, Francisco Maldonado, solicitó tres años de prisión en suspenso para el rector de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) por la muerte de un estudiante en 2010.
Oscar Nasisi se desempeñaba como decano de la Facultad de Ingeniería cuando Fernando Reinoso falleció tras recibir una descarga eléctrica mientras estaba en un aula de esa casa de estudios.
Maldonado también solicitó esa pena para Alfredo Daroni, ex secretario Administrativo Financiero de la facultad, junto con la de inhabilitación por siete años, mientras que para Joaquín Roso, ex secretario de Obras de la UNSJ, requirió dos años y medio de prisión en suspenso y cinco años de inhabilitación, al encontrarlos a todos responsables de homicidio culposo.
Qué pasó
De acuerdo a la reconstrucción, el 8 de marzo de 2010, Reinoso se dirigió al Departamento Agrimensura de la Facultad de Ingeniería para empezar con el trabajo final exigido para concluir su carrera universitaria. Aproximadamente a las 17 de ese día, se trasladó hacia el Aula de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería en Agrimensura (AEDIA), lugar en el que se iba a encontrar con una compañera de estudio. Luego de sacar sus cosas, y tras tomar contacto con un ventilador de pie que se encontraba conectado a una red de enchufes tipo “zapatilla”, recibió una descarga eléctrica que terminó con su vida.
Su compañera de estudios lo encontró boca abajo y recibió una descarga al tocarlo, por lo que solicitó la ayuda de otros alumnos que se encontraban fuera de la sala. Tras desenchufar el ventilador, se llamó al Jefe de Departamento para que pidiera una ambulancia, e ingresó al lugar un empleado de la facultad junto con un alumno que sabía primeros auxilios e intentó sin éxito revivir a Reinoso.
Ese mismo día, personal de la Comisaría Cuarta de la Policía de San Juan realizó una inspección ocular, donde dejó constancia que una persona había fallecido como consecuencia de haberse electrocutado por un artefacto eléctrico, un ventilador de pie patrimonio de la Facultad de Ingeniería. La causal de muerte fue confirmada por el médico forense Alejandro Yesurón en la autopsia practicada al cuerpo de Reinoso.
“Un marco total de negligencia y desidia”
Maldonado remarcó en su alegato que la muerte de Reinoso se inscribe “en un marco total de negligencia y desidia cometido por autoridades que tenían a su cargo el deber de realizar medidas tendientes a velar por la seguridad de los estudiantes, personal docente y no docente que concurrían al Departamento de Agrimensura de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan”.
Para el representante del Ministerio Público Fiscal, lo sucedido “fue producto de una serie de omisiones que generaron que cada día de la semana, cientos de personas se expusieran a la misma fuente de peligro, conocida por diversas autoridades de dicho establecimiento educativo, que tenían el deber de realizar acciones positivas a efectos de asegurar la indemnidad de aquellos que asistían a ese edificio”.
Para el fiscal, la muerte de Reinoso se produjo “en un marco total de negligencia y desidia cometido por autoridades que tenían a su cargo el deber de realizar medidas tendientes a velar por la seguridad de los estudiantes, personal docente y no docente”
De acuerdo al fiscal Maldonado, la descarga eléctrica que terminó con la vida de la víctima se produjo como consecuencia del mal estado general en que se encontraban las instalaciones eléctricas del edificio, lo que fue corroborado en una nueva inspección ocular realizada junto con personal de Criminalística y de la División Siniestros del Departamento de Bomberos. Allí se dejó constancia de que existía un puenteado en el tablero interno de la Sección Agrimensura de la Facultad de Ingeniería, y una gran desprolijidad en la distribución y tendido de los cables, destacándose la inexistencia de puesta a tierra y disyuntores diferenciales en todos los tableros inspeccionados.
De los informes se desprende que existió una fuga de tensión que devino en la muerte de Reinoso ante la inexistencia de dispositivos de protección y seguridad en el sistema eléctrico. Un nuevo informe pericial realizado por la División Siniestros dio cuenta de “la precariedad, insuficiencia e inseguridad de la instalación eléctrica general del edificio donde sucedió el hecho, concluyéndose que en ese lugar no se habían tenido en cuenta las prescripciones necesarias para evitar riesgos a personas, cosas e instalaciones propiamente dichas”.
También se destacó el estado deficiente de las instalaciones eléctricas en el departamento de Agrimensura por carecer de disyuntores diferenciales y jabalinas de toma a tierra, obligatorias en un edificio público. Tampoco existían habilitaciones de las instalaciones eléctricas del edificio, de acuerdo a la Municipalidad de la Ciudad de San Juan.
El estado de la instalación eléctrica en el edificio había originado que en 2009 Hernán Alvis Rojas, entonces Jefe del Departamento Agrimensura, presentase una nota por mesa de entradas al decano Nasisi por medio de la cual solicitaba una serie de refacciones. El pedido, recibido el 3 de agosto de ese año, especificaba su importancia en términos de seguridad, todos ellos de conocimiento por Daroni, por entonces secretario administrativo y financiero de la facultad. De acuerdo al testimonio de Alvis Rojas, Daroni y Nasisi no dieron curso a las refacciones solicitadas porque tenían “un costo muy elevado para el presupuesto con el que contaba la Facultad en ese momento”.
Para Maldonado, en su calidad de Decano, Nasisi era garante de la integridad de todos quienes a diario concurrían a la facultad de Ingeniería. Era, en efecto, la máxima autoridad de la institución y quien la conducía, con funciones de Superintendencia. Debía velar no sólo por la seguridad e integridad de quienes asistían, sino que además tenía conocimiento de las fallas en la instalación eléctrica e hizo caso omiso a los pedidos para que fuera reparada.
Las responsabilidades
Al momento de los hechos, Alfredo Daroni se encontraba a cargo de la Secretaría Administrativa Financiera de la Facultad de Ingeniería, donde, para el representante del Ministerio Público Fiscal, tuvo una participación determinante en la decisión de los gastos que se realizaban con el presupuesto. De acuerdo al alegato, debía entender en las actividades administrativas necesarias para el adecuado funcionamiento de la Facultad y en la planificación presupuestaria de la Facultad pero, al igual que Nasisi, tomó efectivo conocimiento de una situación de riesgo en las instalaciones de la Universidad pero se escudó en cuestiones presupuestarias para no atender la función que el deber de cuidado imponía.
Maldonado repasó que Joaquín Domingo Roso se había desempeñado como titular de la Secretaría de Obras y Servicios del Rectorado de la UNSJ desde 2002 hasta el 1 de septiembre de 2009. Si bien su renuncia fue anterior a la muerte de Reinoso, entre las funciones que demandaba su cargo se encontraban la de entender las necesidades de la universidad en materia de edificación, higiene y seguridad, y su Secretaría ya había sido puesta en conocimiento sobre la deficiencia en las instalaciones eléctricas de los edificios que componían la Universidad.
Para el Ministerio Público Fiscal, la muerte de Reinoso se estructura como un homicidio culposo, “cuya realización típica se enmarca dentro de lo que se denomina comisión por omisión”. Para Maldonado, el fallecimiento de la víctima se debió a la ausencia de elementos de seguridad básicos en una instalación eléctrica, y el riesgo podría haber sido neutralizado mediante la colocación de disyuntores diferenciales y descargas a tierra de servicios.