El titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, expresó preocupación por la crisis “inédita” del sector, ya que la obra pública está paralizada, y seguirá así por un largo plazo.
El dirigente, en diálogo con Noticias Argentinas, calculó la deuda del stock de las cerca de 3.500 obras inconclusas en 300.000 millones de pesos.
Ver: El mendocino Carlos Achetoni negocia para retrotraer a cero todas las retenciones a las economías regionales
“La obra pública está prácticamente sino totalmente paralizada en todo el país. Independientemente del origen de los fondos, de si son nacionales, provinciales o municipales las obras están frenadas”.
Según el dirigente son cerca de 3.500 obras públicas sin terminar en todo el país. “Hay desde grande obras de infraestructura hasta lo que se dice cordón cuneta” y estimó “entre aquellas que ya han sido facturadas y la que está en trámite la deuda debería ser del orden de los 300.000 millones de pesos”.
Weiss reconoció que obras encaradas en rutas, como el caso de la 11, una de las rutas más transitadas en el verano argentino, se desconoce en qué momento pueden continuar. “Está frenada y por ahora no se retoma”, destacó.
“El Gobierno quiere que se concesione todo lo que sea y las obras las hagan los privados pero (el ministro de Infraestructura) Guillermo Ferraro sabe que hay obras que no se pueden hacer por el sector privado porque no tienen rentabilidad y las tiene que encarar el Estado”, dijo.
“Por ahora Ferraro dice que van a seguir las obras que tienen fondos internacionales, del Banco Mundial, del CAF o del BID. Las que son con fondos locales no sabemos porque aún no se informó qué dinero hay disponible y hasta tanto no se ordene este problema inflacionario las obras no van a continuar”, agregó.
Sin embargo, y pese al crítico escenario Weiss aseguró que “si hoy viene Ferraro y me dice acá tenés la plata empezá a hacer las obras, no lo hago, porque pierdo plata por la inflación”.
El presidente de Camarco presentó sus dudas respecto de la suerte del RIGI, el régimen de promoción de inversiones con el que el Gobierno busca tentar fondos externos. “Me parece bien que venga todo el capital privado que pueda porque el déficit de infraestructura en Argentina es gigantesco, pero no van a venir con esta macro. Además en el mundo, el porcentaje de desarrollo de la obra público en manos privadas es minoritario, no más del 15%. El 85% de las obras las encara el Estado y eso Ferraro lo tiene claro”.
Un cambio de rumbo necesario
Weiss destacó el diálogo con los funcionarios del área y a pesar de la crítica situación asevera que ve “muchas cosas positivas del Gobierno. Argentina sin dudas necesita un cambio de rumbo, el que íbamos estaba totalmente equivocado desde hace 20 años. Sí o sí había que hacer un cambio y comparto muchos de los lineamientos”.
“De los 600 artículos de la Ley Ómnibus y del DNU en líneas generales estoy de acuerdo. La pregunta es si es sustentable en el tiempo y si se puede hacer a esta velocidad. La gente ¿va a poder pagar las tarifas lo que realmente valen?, no lo sé. Hay que diferenciar entre el lineamiento general que lo comparto a nivel personal y otra cosa es la implementación”, agregó.
Al ser consultado sobre cómo ve el paro previsto por la CGT para el 24 de enero, soltó: “No me gusta que haya un paro a un mes o dos de la asunción de un nuevo Gobierno. Habría que buscar otros mecanismos de protesta. En mi opinión un paro no le hace bien a la CGT porque la gente ve que no le hicieron ninguna medida al gobierno anterior y sí a este a dos meses de asumir. No habría que hacerlo.