Mendoza recibirá una millonaria suma para combatir la polilla de la vid

Desde la cartera de agricultura de la Nación llegarán $150 millones para fortalecer el Seguro Agrícola y $300 millones más para obras hídricas.

Luego de las gestiones realizadas en Buenos Aires por el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié, el Gobierno de Mendoza contará con un total de $1.500 millones para avanzar en la lucha contra la polilla de la vid.

Según adelantó el funcionario provincial, serán $665 millones que se sumarán a aportes provinciales para contrarrestar el impacto negativo de esta plaga en los cultivos de vid en nuestra provincia. Además, se comprometieron fondos para fortalecer el Seguro Agrícola y pequeñas obras hídricas.

La reunión con el ministro me permitió charlar sobre varios temas que son de suma importancia para los mendocinos. Uno de ellos tuvo que ver con la colaboración de Nación contra la lucha de la Lobesia. En este sentido, Domínguez me hizo entrega de los papeles firmados para un aporte de $665 millones”, detalló Vaquie.

Esta cifra, junto al aporte provincial de $835 millones, va a permitir acceder a un programa de lucha de $1.500 millones.

El cultivo de la vid representa la principal actividad agrícola de la provincia, con 151.000 hectáreas de viñedos, y es allí el principal hospedero de la Lobesia botrana. Además, existen cultivos de frutales susceptibles al ataque de la polilla de la vid, por lo que evitar la diseminación del insecto es primordial.

Por último, Vaquié adelantó que desde el Gobierno nacional entregará un subsidio de 300 millones de pesos que serán destinados a pequeñas obras hídricas. “Este es un tema en el que estamos trabajando junto al superintendente Sergio Marinelli, para ver qué obras son las que vamos a incluir ahí. Se trata de obras, en principio, chicas, y el lunes tendremos una reunión para delinear los pasos a seguir en este sentido”, explicó.

Es conocido el impacto que genera sobre la producción vitivinícola de Mendoza la plaga, afectando la cantidad y calidad de la producción de uvas, mostos y vinos. Compromete además las fuentes de trabajo de miles de productores y familias que dependen económicamente de la actividad agrícola y de la industria enológica local.

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