La reconocida empresa Mastellone, que actualmente controla a la marca La Serenísima, hoy dio a conocer a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que al tercer trimestre del año, ya sufrió una pérdida de $1785, debido al congelamiento de precios que dispuso el Gobierno nacional.
Una fuente vinculada a la compañía, le confió a La Nación que “Si no hay recomposición en el precio, se perderán $2000 millones en el año, y así la empresa no llega a abril. La situación es muy grave”.
Dicha empresa tiene todos sus productos enmarcados en los “Precios Máximos”, y si bien obtuvo una mejora del 3% en julio pasado y después un 2 % en septiembre, consideran que eso es insuficiente frente a un incremento de costos en lo que va del año superior al 40%.
“Si no hay una recomposición, la empresa no resiste. La Secretaría de Comercio tiene todos nuestros costos desde marzo”, añadió la misma fuente.
Llama poderosamente la atención que la compañía profundizó sus pérdidas mientras vende un mayor volumen. A modo de ejemplo, en los primeros nueve meses del año vendió el equivalente a 1312 millones de litros de leche, un 22,3 % más respecto de igual período del año pasado.
Si bien los números difundidos por Mastellone a la CNV indican que perdió $1785 millones al 30 de septiembre último, calculan que ya llegó a los 1900 millones de pesos para el 1° de noviembre. En este contexto, la previsión es que de no haber un cambió, perderían unos 2000 millones de pesos durante todo el 2020.
Al margen de los precios congelados, a la hora de desagregar el impacto de los costos en la compañía, la fuente consultada se refirió a la paritaria, donde, dijo, “el acumulado de los últimos 12 meses llega al 60%”. En segundo término ubicó a los costos de logística que treparon un 28% y luego la leche cruda, con un alza del 15%.
Esta compañía no es la única del rubro que atribuyó sus pérdidas al congelamiento de precios dispuesto por el Gobierno. Cabe recordar que ya en mayo pasado, Molinos, del grupo Pérez Companc, informó que en el primer trimestre del año tuvo una pérdida neta de $144 millones. En aquel entonces, argumentaron que se debió a la imposibilidad de trasladar los aumentos de costos a los precios de su cartera de productos.
En su comunicación, Mastellone expresó que “esa pérdida se debe fundamentalmente al incremento en los costos de la compañía, superior al 40% desde la última lista de precios de inicios de noviembre pasado, y a la imposibilidad de compensar esa pérdida actualizando los precios de venta de sus productos, que en promedio autorizaron aumentar apenas un 5% en lo que va del año, a través del régimen de Precios Máximos impuestos por el Gobierno nacional”.
Y agregaron: “Esto a pesar de que entre junio y septiembre la compañía logró aumentar los volúmenes de venta. Sin embargo, el atraso en los precios es tal que a mayores ventas, más pérdida; un esquema que hace insostenible el negocio en el mediano plazo“.
Según señalaron desde la firma, en lo que va del año no recibieron ningún tipo de asistencia económica, ni impositiva por parte del Estado, ya sea ATP, Repro u otro de los planes oficiales dispuestos por el presidente Alberto Fernández.
