Un verdadero escándalo estalló días atrás en la Universidad Maza, luego de que la institución comunicara que los alumnos deberían comenzar a abonar un “arancel complementario mensual” desde octubre por los “índices de inflación creciente”, por la “quita de subsidios a la energía”, para el “mejoramiento de sueldos de docentes y no docentes”, por el “incremento constante de los insumos para el servicio educativo (equipamiento, mantenimiento, limpieza, seguridad, etc”, entre otros puntos detallados por las autoridades.
Indicaron que se trata de un aumento de 5 mil pesos, iniciativa que fue repudiada fuertemente por la comunidad educativa.
“El 20 de septiembre lanzaron un counicado diciendo que admeás del aumento anual de la cuota, se le suma un adicional compensatorio de 5 mil pesos lo cual no es legalmente correcto”, dijeron algunos de los estudiantes.
“Muchos alumnos nos vemos perjudicado, ya que es un monto que muchas familias no pueden pagar, entonces tenemos que dejar de estudiar”, agregó una de las tantas jóvenes que protestó en contra de esta polémica suba.
Además, aseguró que “las instalaciones y y la organizacion de todas las facultades de la universidad son deplorables”, y precisó que “no hay insumos, el internet anda mal, los profesores cobran poco y nosotros pagamos mucho“. Pero también, destacó algo que llama poderosamente la atención, teniendo en cuenta la notable mejora epidemiológica luego de momentos más que complejos por la pandemia del coronavirus: “Seguimos teniendo clases virtuales”.
La Universidad Maza anunció que reconsiderará el polémico incremento
Ni bien estalló la polémica, desde el rectorado de la casa de estudios informaron que “con el fin de atender la petición recibida en reunión con delegados, se reconsiderarán los términos del ‘arancel complementario‘”.
Y sostuvieron que la decisión que tomen las autoridades, “será respondida por escrito a brevedad posible”, algo que hasta el momento está en veremos.