Un verdadero milagro. La familia de Carlos Duca, domiciliada en Carrodilla, desde finales del año pasado venía denunciando que a pocos metros de su vivienda había un árbol a punto de caerse.
Reclamos, denuncias, charlas con ingenieros, hicieron de todo y nunca los escucharon. El último martes, cerca de las 15, en momentos que el viento Zonda causaba serios dolores de cabeza en Mendoza, el árbol cayó sobre el portón de la vivienda ubicada en calles Manuel A. Sáez y Juan José Paso de Luján.
“Ese árbol estaba al lado de uno que se cayó el año pasado, y hay otro más que está también en la misma. Eran tres álamos blancos. El que quedó todavía está verde”, dijo Carlos Duca, que cansado por la situación decidió hacer trascender la situación.
Tal cual se describió anteriormente, esto no es nuevo. Inclusive, la madre del hombre, aterrada por el árbol que estaba a punto de caerse, tomó la decisión de irse de su casa por miedo a que ocurriera una tragedia.
“Se tiene que ir a dormir a la casa de al lado por miedo a que el árbol le cayera encima”, señaló Buca.
Finalmente, el árbol se desplomó. “Gracias a Dios cayó cruzado, y no arriba del techo”.
El vecino, comentó que en el lugar “pasaba una acequia, pero la Municipalidad de Luján la anuló y se secó el árbol”.
“Hay un par de árboles que están en la misma situación. Se han ido cayendo ramas y troncos”, agregó.
“Hemos ido a la delegación de Carrodilla, nos hicieron hablar con ingenieros, hasta al 911 llamamos. Nos dijeron que iban a pasar el informe, pero nunca vinieron”, dijo el vecino.
Esta es la historia de los Duca, la familia a la que nunca escucharon, y que hoy afortunadamente la puede contar.