Lo dijo Francisco: así será la Iglesia del futuro

El Papa habló sobre la crisis de vocaciones que sufre la institución en la actualidad, a lo que agregó la baja en la natalidad de Europa. "La vocación de la Iglesia no son los números, sino evangelizar", manifestó.

El papa Francisco señaló en su reciente viaje a Malta que la Iglesia católica del futuro “será más pobre y menos política” debido a que “perderá muchos privilegios”.

En conversación con jesuitas, pronosticó que la Iglesia “será más humilde y auténtica y encontrará energía para lo esencial”, según publicó la revista Civiltá Católica.

“Será una Iglesia más espiritual, más pobre y menos política: una Iglesia de los pequeños. Benedicto dijo cuando era obispo: preparémonos para ser una Iglesia más pequeña. Esta es una de sus ideas más ricas”, consideró Francisco al ser consultado sobre cómo será la institución en el futuro.

¿A qué se debe? El diagnóstico apunta a dos causas. La primera es “el problema de las vocaciones”, las cuales son cada vez menos. Por otra parte, Francisco reconoció: “También es cierto que hay menos jóvenes en Europa. Antes, había tres o cuatro niños por familia. Ahora a menudo sólo uno. Los matrimonios disminuyen mientras la gente piensa en crecer en su profesión”.

En tal sentido, alertó que esta situación genera “el riesgo de buscar vocaciones sin un adecuado discernimiento”. Y bromeó: “A las madres de estos treintañeros que viven con sus familias de origen les diría: ¡dejen de planchar sus camisas!”.

Sin embargo, destacó que “la vocación de la Iglesia no son los números, sino evangelizar”.

“El verdadero problema no es que seamos pocos, en definitiva, sino que la Iglesia evangelice. En las reuniones previas al Cónclave, hablamos del retrato del nuevo papa. Fue allí, en las Congregaciones Generales, donde se utilizó la imagen de la Iglesia en salida. Esta es la necesidad de hoy, la vocación de la Iglesia de hoy”, subrayó.

Durante su recorrida por Malta, el Papa urgió varias veces a Europa a reflejar la misma solidaridad con los migrantes y refugiados que la mostrada por Malta con San Pablo. “Nadie conocía sus nombres, su lugar de nacimiento ni si condición social; sabían solo una cosa: que esas eran personas que necesitaban ayuda”, dijo Francisco en una gruta en la localidad de Rabat.

“Ayúdanos a reconocer de lejos a aquellos que necesitan ayuda, luchando entre las olas de mar, arrojados contra arrecifes de costas desconocidas”, añadió.

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