El servicio de Clínica Médica del Hospital Provincial Neuquén (HPN) tuvo el 100% de sus camas ocupadas debido a la internación de afectados por la ola de calor, con marcas superiores a los 40 grados que convirtieron a la capital provincial en una de las ciudades con temperaturas más altas del país durante los últimos días.
“Esta situación ocurre normalmente en invierno, no tanto en verano, y lo atribuimos a muchos pacientes adultos mayores con enfermedades y comorbilidades previas que, en el contexto del calor, se descompensaron“, explicó la directora asociada del HPN, Adelaida Goldman.
La especialista agregó que “esos pacientes ameritan tratamiento durante la internación en Clínica Médica porque la mayoría de las comorbilidades tienen que ver con la evolución de enfermedades que son abordadas por ese servicio: pacientes con infarto, accidente cerebrovascular, diabetes, infecciones urinarias, cuadros respiratorios, etc., y el calor aumenta la probabilidad de complicaciones“.
Además, Goldman señaló que “son pacientes muy sensibles y a veces el tratamiento -a diferencia de una persona joven- debe ser de varios días e internados”.
La médica recordó que los veranos anteriores transitaron con aislamiento por la pandemia de coronavirus, “cuando la gente no salía tanto para evitar los contagios”.
“Volvió la vida a la normalidad y uno trata de disfrutar, hacer deportes y actividades de recreación, pero las altas temperaturas hacen que en organismos más sensibles se generen síntomas como cefalea, cansancio, náuseas, vómitos y, en algunos casos, síncope”, detalló.
En cuanto a las recomendaciones, Goldman subrayó los cuidados que se deben tener en cuenta especialmente con la población vulnerable: niños, adultos mayores, embarazadas, personas con comorbilidades y personas con obesidad, que forman parte del grupo que puede tener más complicaciones por el golpe de calor.
“Evitar la exposición al sol y a las radiaciones, porque muchas veces estamos a la sombra, pero eso también aumenta la temperatura del cuerpo”, precisó y agregó la necesidad de hidratarse “incluso en ausencia de sed”.
Asimismo, la médica instó a evitar el alcohol, las bebidas muy azucaradas o las sustancias con cafeína, “porque eso deshidrata”.
Por último, recomendó no suspender la lactancia materna y también “comer liviano y usar ropa de colores claros y holgada”.