El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy que las medidas de asistencia económica lanzadas por el Gobierno nacional aumentan los “desafíos” y la “vulnerabilidad” de la Argentina y avaló la devaluación que se produjo el 14 de agosto.
“Los anuncios recientes suman desafíos a la Argentina. Estamos trabajando en entender y asesorar mejor el impacto de las medidas recientes y la necesidad de tomar acciones de compensación que puedan fortalecer la estabilidad y salvaguardar los objetivos del programa sin agregar vulnerabilidades”, señaló la vocera del organismo Julie Kozack.
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Kozack se refirió a la situación del país en una conferencia de prensa que ofreció en la sede del organismo en Washington.
La portavoz afirmó que “el paquete de políticas acordado en la última revisión, la quinta y la sexta, tenía el objetivo de salvaguardar la estabilidad a través de la reconstrucción de las reservas, restablecer el orden fiscal y proteger a los más vulnerables”.
En ese contexto, expresó el aval del FMI a la devaluación que se produjo tras las elecciones PASO: “La revisión del tipo de cambio junto con una política monetaria y fiscal restrictiva son componentes esenciales del programa”, indicó Kozack.
Tras la devaluación que disparó la inflación, el gobierno lanzó una batería de medidas de asistencia económica hacia los sectores más vulnerables. El FMI no se refirió a las consecuencias sobre los precios que provocó la modificación del tipo de cambio.
“La situación económica de la Argentina sigue siendo muy difícil y compleja; la inflación es muy alta y sigue aumentando; los colchones de reservas son bajos y las condiciones sociales son frágiles”, Kozack.
Consultada sobre cuándo se realizará la próxima revisión, la portavoz dijo que “aún es demasiado pronto” para fijar una fecha. No obstante, esa auditoría resulta relevante porque está en juego el desembolso de U$ 2.500 millones que calza con los vencimientos de octubre y noviembre.
La revisión debiera iniciarse entre la primera vuelta electoral y la fecha de un eventual balotaje para que el giro de dinero pueda utilizarse para pagar los vencimientos. Pero el calendario aceptado por ambas partes genera más incertidumbre.
Acerca de la dolarización insistió en que es un programa que necesita de una serie de etapas previas, pero al mismo tiempo reconoció que es facultad de cada país soberano manejar su tipo de cambio.
A su vez, reitero que la dolarización no reemplaza a “buenas políticas macroeconómicas”.