El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, se mostró a favor del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y señaló que Argentina “no tendrá rumbo” si no avanza.
“Estamos resolviendo una tragedia que nos dejaron, porque el problema grave fue traer de vuelta al FMI a la vida de los argentinos”, lanzó el titular de la cartera de Obras Públicas, en declaraciones radiales.
A su vez, Katopodis aseguró que “no hay rumbo en el país si no se resuelve ese problema con el FMI”, refiriéndose así a los reparos que hay en el Frente de Todos para impulsar un apoyo total al acuerdo. El mismo sería enviado antes del 1° de marzo al Congreso.
“Por supuesto que vamos a estar muy firmes en que ese acuerdo no condicione que la recuperación de la economía se consolide; necesitamos que esa recuperación llegue a todos y llegue más rápido”, agregó.
En lo que refiere a la cartera que el encabeza, dijo que “cada obra publica que ponemos en marcha es una empresa y son trabajadores del lugar que pueden emplear y para nosotros eso es fundamental”.
Sostuvo que una obra pública “es algo más que hormigón, ladrillos y puentes”, sino que este avance define “qué tipo de desarrollo, de crecimiento e industrialización uno quiere para el país”.
Y recordó que: “La realidad es que cuando llegamos había 380 obras y 70% estaban paralizadas por falta de pago”, y añadió que “el modelo PPP eran 70 obras e hicieron apenas el 2% de lo que estaba previsto”, en relación al modelo que intentó llevar adelante la gestión de Cambiemos.
“Si hubiésemos aplicado el sistema PPP hoy tendríamos que pagar US$ 13.000 millones; era un modelo que beneficiaba al sistema financiero y que fracasó”, declaró.
A su entender, “el de PPP era un modelo que fracasó” y actualmente el Gobierno licita “esas 70 obras con Vialidad Nacional a un tercio del valor” propuesto por el Gobierno anterior.
Con ese tipo de maniobras del macrismo, el ministro sentenció: “Está claro que ellos no fueron un gobierno transparente, no fue un gobierno que pueda dar cátedra de republicanismo y calidad institucional, que fue un gobierno que además construyo un sistema de persecución de periodistas y políticos, y hasta de políticos propios”.