En un comunicado, la Casa Blanca explicó que una pequeña cantidad de empresas controla mucho más mercado que hace 20 años en un 75% de los sectores económicos del país, y especialmente en sectores de la salud, servicios financieros y agricultura.
“El corazón del capitalismo estadounidense es una idea sencilla: la competencia abierta y justa”, sintetizó Biden al firmar el decreto, rodeado de integrantes del gabinete.
“…La competencia mantiene la economía en movimiento y la hace crecer. La competencia justa es la razón por la que el capitalismo ha sido la mayor fuerza del mundo para la prosperidad y el crecimiento”, continuó.
“La competencia inadecuada frena el crecimiento económico y la innovación”, señalaron desde la Casa Blanca.
Entre las medidas concretas que incluye el decreto se encuentra la prohibición o limitación de acuerdos de no competencia que las empresas obligan a firmar sus trabajadores. El Gobierno considera que muchos de estos acuerdos son innecesarios y evitan que los trabajadores cambien de empleo y puedan mejorar sus condiciones salariales.
Con respecto a las empresas de telecomunicaciones, el Ejecutivo estadounidense prohibirá las comisiones de cancelación excesivamente elevadas y exigirán a las compañías que ofrezcan a sus clientes de forma detallada todos los costes para facilitar la comparación. También prohibirán que las compañías lleguen a acuerdos de exclusividad con los caseros, ya que eso limita la posibilidad de los inquilinos de contratar Internet en casa a uno o dos distribuidores.
El Ejecutivo planea recuperar la neutralidad de la red, que aprobó el Gobierno de Obama y derogó el de Trump. Desde ahora se limitará a los fabricantes de equipos electrónicos, caso de los teléfonos, que pongan trabas a la autorreparación o a la reparación por parte de servicios técnicos de terceros.
En relación a las grandes tecnológicas, Biden ha instado a la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) a que sea más exhaustiva a la hora de examinar los acuerdos de fusiones y adquisiciones, sobre todo cuando puede darse el caso de que una empresa está comprando a una posible competidora en una etapa temprana. Además, Biden ha asegurado que la FTC podrá examinar fusiones aprobadas en el pasado.