Parece mentira. Ayer por la mañana, este mismo cronista contó que un diputado santafesino llegó a Mendoza con la intención de copiar políticas de seguridad impulsadas en su momento por Alfredo Cornejo, y que actualmente sostiene Rodolfo Suarez.
Sin embargo, a pocos kilómetros del corazón del Gran Mendoza, los vecinos de Perdriel en Luján de Cuyo, están desesperados.
Los lugareños, específicamente del barrio semi privado Los Tarcos, se han acostumbrado, lamentablemente, a vivir rodeados de irregularidades.
Luego de “pelearla” durante varios años, los vecinos de la barriada ubicada en la Ruta Provincial 15, lograron hacerse de las escrituras “para comenzar la construcción de sus casas”, tal cual relató a News Online un vecino de la zona.
El lugareño, que prefirió quedar en el anonimato, comentó que dicho barrio fue vendido por la desarrolladora Hyde.
Desde finales del año pasado, “llegaron las escrituras y el barrio empezó a tomar forma, con algunas de las obras que hoy se ven”.
Al poco tiempo de que los vecinos hayan emprendido la construcción de sus viviendas, “nos encontramos que el barrio, al ser semi privado y tener las calles cedidas al municipio, era transitado por gente que no era propietaria”.
Esta situación, lentamente, hizo que el flagelo de la inseguridad comenzara a hacerse notar. “Muchos empezaron a cerrar sus lotes, y con suerte, esos cierres duraban algunos días. Ni siquiera eso se podía hacer porque los robaban”, comentó.
Posteriormente, y en base a incesantes gestiones, lograron conformar una unión vecinal: “Se avanzó en algunos temas, entre ellos la seguridad”.
“Pudimos hablar con la policía de la zona, pero el patrullaje es pobre”, reveló el hombre, y amplió: “Cada persona que construye tiene que contratar un sereno sí o sí para que cuide hasta los clavos de la obra, se llevan todo”.
Y arrojó datos que realmente indignan a todos: “Se han llevado hasta los portones”, pese a que en muchas oportunidades han perpetrado los robos a pie.
“Un robo de ese tipo nos complicaría muchísimo. Hoy, con la inflación que tenemos, es prácticamente imposible volver a adquirir estas cosas”, graficó otro de los lugareños que brindó su testimonio a quien escribe estas líneas.
Justamente este último vecino, enfurecido por la falta de respuestas de la gestión de Sebastián Bragagnolo, contó que la inseguridad “me tocó vivirla en carne propia el miércoles”.
“Me robaron las puertas de mi casa, las de adentro y las de afuera, me llevaron los marcos de las ventanas y hasta el tablero eléctrico”, y eso que “ya cuento con las rejas y las puertas cerradas con llave”.
Pero esto no es todo. Contó que meses atrás sufrió “dos robos más”, en el que le sacaron “columnas, vigas de hierro, puertas y herramientas de la constructora”.
“Estamos desesperados, se están robando nuestros sueños. Cuando fue la policía nos dijo que ‘una vez que te sacan todo lo de la casa, lo que sigue es que te prendan fuego el techo’”, sostuvo, y recordó el indignante “consejo” que les dieron las autoridades: “Nos dijeron que a las casas no las dejemos solas ni un minuto”.
Por estas horas, y como pueden, los vecinos intentan contratar un servicio de seguridad privada, “o le hacemos la casa a un sereno”, dijo con cierta ironía uno de los tantos vecinos.
La unión vecinal que interviene en la zona, prácticamente está “atada de pies y manos”, ya que “solamente pueden hacer tareas administrativas y reclamos, no mucho más”.
Otros vecinos del lugar, con varios años en el lugar, resignados por los tristes episodios, comentaron: “La zona no es la misma desde que hicieron el traslado del Bajo Luján a pocos metros de ‘Los Tarcos’”.
Así y todo, los vecinos esperan respuestas urgentes por parte del municipio y la policía, y se esperanzan con poder avanzar con sus obras, algo que por ahora es prácticamente imposible por la maldita inseguridad que crece a pasos agigantados en una provincia que se hunde cada vez más.