En medio del escándalo por la muerte de Lucas González, que fue baleado por policías de la Ciudad de Buenos Aires, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, dio a conocer una carta en la que reclamó salir a las calles para “exigir la condena” de los responsables.
Además, en la misiva cuestionó que “el pueblo no se moviliza” cuando las víctimas son pobres o de pueblos originarios.
“¿Cuándo despertarán algunos argentinos y saldremos a la calle para exigir la condena rápida de los asesinos de nuestros hijos que, como bestias hambrientas, están en las comisarías de nuestro país?”, se lee en el comienzo de la carta.
Por medio del texto pidió salir a la calle cada vez que matan a gente humilde porque, para según ella, “los asesinos no se equivocan jamás y nunca asesinan a uno de Barrio Norte”.
Además de enumerar episodios como el de Rafael Nahuel, el de Facundo Ferreira en Tucumán, o el de Lautaro Rosé en Corrientes y el de Lucas González, expresó que “como son pobres y algunos son indígenas de piel oscura, el pueblo no se moviliza” y solo lo hacen “sus amigos y familiares”.
“¿Qué le pasa al pueblo? ¿No se reconoce en los más pobres y desamparados? ¿Sólo sale si los muertos son ‘blancos’, como ellos, y de su clase?”, cuestionó.
En un pasaje criticó al presidente Alberto Fernández al manifestar que “no alcanza” con que le dé sus condolencias a la familia de Lucas. “La familia clama, reclama y exige JUSTICIA”, cerró la carta.
Este viernes, en Florencio Varela, la familia de Lucas pidió no ser abandonada en el reclamo de justicia por la muerte de su hijo.
La carta completa
¿Cuándo despertarán algunos argentinos y saldremos a la calle para exigir la condena rápida de los asesinos de nuestros hijos que, como bestias hambrientas, están en las comisarías de nuestro país?
Debemos hacerlo cada vez que nos matan a nuestros pibes y pibas de nuestros barrios humildes, porque los asesinos no se equivocan jamás y nunca asesinan a uno de Barrio Norte.
Siempre son pobres o de los pueblos originarios, como Rafael Nahuel; o como Facundo, el niño tucumano, de 12 años, que dejó los zapatos lustrados arriba de la cama para ir al día siguiente a la escuela, como contaba su abuela.
O como Lautaro, el pibe que hace cuatro días, en Corrientes, caminaba con otros amigos por la costanera de su ciudad, paseando, y los hicieron tirar al río Paraná, y murió ahogado porque no sabía nadar.
Y ahora, Lucas, un pibe que jugaba al fútbol, lleno de sueños y esperanzas con la pelota, al que le pegaron dos tiros en la cabeza.
Y así, poco a poco, siguen matando con total impunidad.
Sin embargo, como son pobres y algunos son indígenas de piel oscura, el pueblo no se moviliza.
Sólo se movilizan sus amigos y familiares.
¿Qué le pasa al pueblo? ¿No se reconoce en los más pobres y desamparados? ¿Sólo sale si los muertos son «blancos», como ellos, y de su clase?
Vamos mal, muy mal. No alcanza con que el señor presidente le haga llegar condolencia a la familia.
La familia clama, reclama y exige JUSTICIA.
Hebe de Bonafini