Este jueves se llevó a cabo una reunión entre el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, y su homólogo de Ucrania, Dmytro Kuleba. Se reunieron en Antalya, al sur de Turquía. Pese a lo que se podía esperar, no hubo acuerdo para un alto al fuego.
Es más, en el diálogo que mantuvieron, Lavrov justificó el ataque ruso al hospital infantil que dejó al menos tres muertos y 17 heridos: “El hospital pediátrico de Mariúpol servía de base a nacionalistas ucranianos”. Además sostuvo que los acuerdos en Bielorrusia son el único formato viable. “La conversación de hoy ha confirmado que esta vía no tiene alternativa”.
De todas formas, hasta el momento se han llevado a cabo tres negociaciones por la paz en Bielorrusia y ninguna ha sido la solución para detener este conflicto.
Lavrov aseguró además que “Rusia no planea atacar a otros países y no atacó a Ucrania” sino que respondió a “amenazas directas” contra su seguridad.
Por su parte, el mandatario ucraniano Kuleba expresó: “He venido con un propósito humanitario para salir de la reunión con la decisión de mantener un corredor humanitario. Lamentablemente, el ministro Lavrov no estaba en condiciones de comprometerse a ello, pero mantendrá correspondencia con las autoridades respectivas”.
“Ucrania no se ha rendido, no se rinde y no se rendirá”, agregó Kuleba.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov opinó sobre esta reunión y dijo que es “una continuación importante del proceso de negociación”.