Canadá está sufriendo una de los peores momentos de su historia. Actualmente se encuentran activos alrededor de 400 incendios y sólo la mitad están controlados, según el Centro Interinstitucional Canadiense de Incendios Forestales. Esta apocalíptica situación pone en serio riesgo la organización del Gran Premio de Canadá.
Más de 26.000 canadienses tuvieron que ser evacuados de sus casas y el país estableció una alerta respiratoria debido a los humos del incendio. Autoridades canadienses recomendaron que “personas con problemas respiratorios, como niños con asma, eviten las actividades físicas intensas al aire libre hasta que se levante la advertencia”.
Gran parte del humo se propaga con rapidez por la ciudad de Montreal, ubicación en donde el 18 de junio estaría previsto celebrar el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1. El trazado está ubicado muy cerca del epicentro de los incendios que están asolando la provincia francófona de Quebec.
Ni las autoridades canadienses ni la propia categoría se pronunciaron al respecto aún. Lo cierto es que, si la situación no se llega a controlar para organizar un evento de esas dimensiones, podría ser suspendido.
No sería la primera vez en la temporada que sucede algo así. Ya que el Gran Premio de la Emilia Romagna fue suspendido por las inundaciones causadas por el desborde de un río cerca del circuito.
