Durante este miércoles imputaron a Soledad Herrera, la operadora del 911 que cortó la comunicación con un hombre que informaba sobre un hecho de “violencia de género” el pasado 12 de diciembre a dos minutos de las 19:00, y que a posterior se comprobó que estaba relacionada con el femicidio de Florencia Romano.
La oficial de la Policía de Mendoza fue imputada por “abandono de persona en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público en contexto de violencia de género institucional”.
La situación de Herrera fue determinada por el fiscal de Delitos No Especializados Jorge Calle, que siguió de cerca el trabajo de la agente que cortó el llamado al 911 y no avisó de la situación a más policías, para que estos pudieran acudir a la dirección denunciada, consignó Diario El Sol.
El llamado que ingresó a las 18:58 coincide con los momentos previos a la muerte de Romano. Es por esto que consideran que el hecho podría haberse evitado.
La oficial cuenta con una experiencia de 4 años en el CEO y 13 en la fuerza policial, pero esta situación derivó en que fuera pasada a pasiva y separada momentáneamente de su puesto, mientras se lleva a cabo la investigación administrativa correspondiente en la Inspección General de Seguridad (IGS)
Marcelo Puertas, a cargo de la IGS, explicó que el trabajo que debería haber hecho Herrera era elaborar un suceso y volver a comunicarse para saber realmente que estaba sucediendo en el domicilio de Maipú.
La adolescente fue asesinada entre las 18:58 y las 19:17 de ese sábado, justo cuando avisaron al 911 y se apagó el celular de la víctima.