La empresa china Evergrande, que está al borde de la quiebra, suspendió este lunes sus operaciones en la bolsa de Hong Kong sin dar ningún tipo de explicación. Sus acciones cayeron 80% desde inicios de 2021 y se originó una burbuja inmobiliaria que causa mucha preocupación en el país asiático y que amenaza con tener repercusiones en Occidente.
“El comercio de acciones del Grupo China Evergrande será detenido”, sostuvo el gigante inmobiliario en una declaración a la entidad. “Con ello, el comercio de todos los productos relacionados con la empresa serán suspendidos al mismo tiempo”.
Evergrande es la segunda compañía promotora de viviendas en el país por número de ventas. La firma intenta pagar una deuda de más de 300.000 millones de dólares. La crisis en la que se encuentra la firma ha desatado temores de contagio en la economía china. Incluso algunos creen que podría extenderse a todo el mundo.
La empeza rechazó la semana pasada de cotizar sus acciones de vehículos eléctricos del grupo empresario en Shangai. Si bien no fueron suspendidas, cayeron 6% en el intercambio matinal. Asimismo, Evergrande manifestó que vendería sus acciones por 1.500 millones de dólares en un banco regional chino para recaudar capital.
En este marco, el grupo ha admitido que enfrenta “retos sin precedentes” y advirtió que podría no lograr hacerles frente a sus compromisos. Actualmente, la firma intenta pagar los intereses a los dueños de sus bonos.
En medio de la situación de incertidumbre, las autoridades chinas pidieron a los gobiernos locales prepararse por un posible colapso de Evergrande, según informes de la prensa estatal, considerados por la agencia AP. Esto lleva a pensar que es poco probable que intervenga el Gobierno chino para rescatar al gigante inmobiliario.
La falta de liquidez ha causado descontento y fuertes reclamos en sus oficinas en China, con inversionistas y proveedores que reclaman su dinero.
A partir del efecto Evergrande, el mercado inmobiliario chino fue sometido a un estricto escrutinio los últimos meses, debido a nuevas medidas estatales para evitar la especulación en el sector y contener su endeudamiento.
Según BBC Mundo, el mercado inmobiliario chino es realmente atípico. De media, el 90% de los ciudadanos son propietarios de sus casas: casi un 87% en las zonas urbanas y cerca de un 96% en las zonas rurales, según un estudio sobre la vivienda en China llevado a cabo por la Universidad de Albany, Estados Unidos.