El caso de Florencia Romano, la joven de 14 años que desapareció el sábado pasado, sigue siendo un misterio, las certezas son mínimas y los dos detenidos por este hecho brindan poca información.
Es que, según contó frente a la fiscal de Homicidios Claudia Ríos, Pablo Ramón Arancibia de 33 años, uno de los sospechosos de la desaparición de la adolescente, la habría contactado por Instagram para que vaya a su casa, en la calle Pedro Vázquez, de Maipú, y alrededor de las 19 horas la habría acompañado a tomar el colectivo.
Esa versión no convence a los investigadores, quienes tienen conocimiento que después de esa hora, Florencia no uso el celular y, como si ello fuera poco, en la tarjeta SUBE de la joven no aparece ese viaje registrado.
Asimismo, de la casa de los sospechosos se secuestraron celulares, allí aparecen mensajes de Instagram entre la joven y Micaela Estefanía Méndez de 27 años, pareja de Arancibia.
La Fiscalía se encuentra realizando un trabajo exhaustivo, pero a duras penas pudieron descubrir algunos datos puntuales que no representan más que hipótesis con certezas mínimas.
Por caso, según lo publicado por Diario Uno, al revisar el prontuario se detectó que Arancibia tenia dos antecedentes graves: uno por amenazas del año 2011 y otro por privación ilegitima de la libertad en el 2014.
Ver: El detenido por la desaparición de Florencia Romano, tiene antecedentes por secuestro
Los familiares de Florencia están desesperanzados por estas horas, dicho sea de paso, este miércoles por la mañana, a José Romano, padre de la desaparecida, le pidieron una muestra de sangre por la probabilidad de tener que realizar algún cotejo de ADN.
Luego, con una perra de la Escuela Canina de Adiestramiento Mendoza (ESCAM), de nombre Ipa, se inició una búsqueda intensiva para encontrar algún rastro, pero se trata de un can entrenado para encontrar cadáveres.
El animal, luego de rastrear todo el domicilio se dirigió a calle Ozamis y Tucapel, la parada de colectivos a donde habría llegado la adolescente.
En la casa de la pareja sospechada se encontró un rastro de sangre en unas ojotas que luego de ser examinadas por el Cuerpo Médico Forense, determinó que no se trataba de la joven Romano, sino que pertenecían a un hombre.
Pero la investigación no quedó allí, avanza con prisa y sin pausa, es que este jueves a las 20 horas vence el plazo para que los sospechosos permanezcan detenidos, por lo que la Fiscal Ríos debe decidir en las próximas horas si los imputa o los libera, con todo lo que implica cualquiera de estas dos opciones.
A Ríos le interesa saber cómo salió la adolescente de la casa, ya que las cámaras de video no registraron ningún rastro y la pareja detenida no tiene vehículo para trasladar un cuerpo.
Pero hay otra incógnita: si bien los rastros de sangre encontrados en las ojotas de Arancibia no son de Florencia ¿De quién son? Se cree que son del propio hombre, ya que hay un elemento por demás suspicaz. Al momento de ser detenido, Arancibia tenia rasguños en varias partes del cuerpo.
El hombre aseguró frente a los investigadores que se trataban de arañazos de gato, pero la realidad es que le creen poco y nada.
A ello, se suman vecinos que aseguran haber escuchado una discusión en la tarde del sábado en el domicilio de los señalados por este caso cuando, probablemente, Florencia se encontraba en la casa de esta pareja.
Por el momento se espera que llegue el resultado de ADN sobre rastros hallados debajo de las uñas del acusado.
Es dable destacar que la última vez que fue vista Florencia por su familia, fue el sábado pasado, al salir de su casa de Rodeo de la Cruz, departamento de Guaymallén, asegurando que se iba a la casa de una amiga, con quien estudió durante la cuarentena.
Al día siguiente, y ya sin saber absolutamente nada, el padre de la joven comenzó a consultar a las amigas de ésta, las respuestas fueron todas negativas, por lo que decidió radicar la denuncia inmediatamente.