El gobierno de Estados Unidos dispuso hoy dar marcha atrás con algunas medidas adoptadas hacia Cuba por Donald Trump. Se flexibilizaran las restricciones de viajes a la isla y a las remesas de dinero a familiares.
A su vez, desde Cuba se expresaron al respecto horas después y destacaron que las modificaciones son “positivas, pero de alcance muy limitado“.
Una declaración del Departamento de Estado norteamericano anunció que la embajada de EEUU en La Habana comenzará a procesar más casos de cubanos y buscará entregar 20.000 visados antes de fin de año. Además de retomar los 100.000 expedientes pendientes que se acumularon desde 2017.
La cuestión de las visas está relacionada con el plan para restablecer el Programa Condicionado de Reunificación Familiar para Cubanos, que había brindado una forma legal para que las familias cubanas se reunieran en Estados Unidos.
Mientras mantuvo su dotación diplomática reducida, Estados Unidos había pedido a los cubanos que tramitaran sus visas, personalmente, en su representación en Colombia y Guyana, una sugerencia imposible de cumplir para cualquier isleño.
Por otro lado, Washington aprobó promover los viajes profesionales y educativos ampliados en grupo, y retomar las licencias de viaje que también fueron suspendidas durante la administración Trump y que permitían a los estadounidenses ir a la isla.
Entre las medidas anunciadas figura el levantamiento del tope para las remesas familiares, actualmente de 1.000 dólares por trimestre, así como la autorización de donaciones a personas que no sean parientes.
Este paso habilita que los envíos se hagan a través de cualquier banco, excepto Fincimex, la financiera de los militares cubanos sancionada por EEUU.
Según el documento, se volverán a autorizar los vuelos comerciales a aeropuertos al interior del país, en vez de solamente a La Habana.