La Asociación Bancaria (AB), que tiene al frente al mendocino Sergio Palazzo, repudió “cualquier acto de represión y violencia y las situaciones que provocaron muertos, ocurridas en las últimas horas”.
Además, se solidarizaron con las víctimas y se sumaron a los pedidos de justicia. Por otra parte, lamentaron que continúe habiendo “oportunistas que procuran un rédito electoral o político de hechos escalofriantes”.
El mendocino, junto al secretario de Prensa de La Bancaria, Claudio Bustelo, calificaron la muerte de Morena Domínguez, como “un crimen aberrante”, lo que provocó que pasaran a segundo plano las campañas políticas y cierres proselitistas ante “la lógica conmoción social que generó el hecho”.
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Sin embargo, los dirigentes lamentaron que siga habiendo “oportunistas” que utilicen “un dolor tan inmenso para pretender usar un hecho escalofriante para obtener un rédito electoral o político”, y reclamaron “justicia y castigo a los culpables”.
“A menos de 24 horas de la muerte de Morena, luego de una protesta y asamblea en la plazoleta del Obelisco, la policía metropolitana reprimió a los manifestantes y falleció Facundo Molares Schoenfeld, fotoreportero y militante político. La Bancaria también exige inmediata justicia y el esclarecimiento del hecho”, enfatizaron los dirigentes.
La organización sindical también hizo mención a los hechos de violencia ocurridos en la estación Constitución, donde se llevaba a cabo una medida de fuerza, y sostuvo que ante “el enojo de usuarios y pasajeros contra las instalaciones hubo una nueva represión policial, cuyos efectivos arrojaron gases, aguas y balas de goma, mientras en el lugar había una verdadera multitud, lo que pudo haber ocasionado una tragedia mayor“.
“Este clima enrarecido sobre el final de un cierre de campaña electoral ofrece un lugar para la reflexión en medio del desconcierto, mientras los oportunistas procuran siempre capturar algún voto a cualquier costo, utilizando todo caos y deseando el mayor odio y enojo que puedan causar esos hechos“, apuntó la Bancaria en el documento.
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También expresaron que en un país que debe procurar prosperidad y armonía, bienestar para cada habitante y el respeto de las instituciones “la violencia no tiene cabida y hay que rechazarla en todas sus formas, sea física, verbal, psicológica, mediática y política, porque una sociedad justa y pacífica exige fundamentalmente respeto y diálogo”.
Palazzo y Bustelo exhortaron al debate con argumentos como base de una sociedad democrática, en la que “las ideas se expresen sin temor en búsqueda de soluciones”, y concluyeron que “la violencia lastima, mata y socava los cimientos de la convivencia política que debe tener un país, por lo que el gremio rechaza las agresiones y el odio”.
