Un verdadero calvario es el que vivió Macarena, una joven policía que presta servicio en Tigre. El último domingo, su pareja la encerró y la golpeó salvajemente.
Si bien los episodios de violencia no son nuevos, el pasado 1° de mayo vivió lo peor. Su novio le desfiguró la cara, la agarró de los pelos y la tiró al piso.
En un momento de descuido de su agresor, puedo darle aviso a una compañera de trabajo donde estaba y al día siguiente fue rescatada. El hombre terminó detenido.
“Esto no es amor. Esto es violencia pura. Me prometió que iba a cambiar, le creí, pero nada de lo que me dijo fue cierto”, dijo la angustiada víctima a TN.
Reveló que conoció a su ex pareja hace ocho meses y a los pocos días decidieron irse a vivir juntos al departamento de él.
Recordó que de un momento a otro, el sujeto comenzó a cuestionarle la cantidad de amigos que tenía en Instagram.
“Dame el celular que te voy a borrar a algunos amigos porque tenés muchos”, le dijo alguna vez el hombre.
Luego le pegó con una raqueta de tenis en las piernas. Ese fue el momento en el que decidió abandonar la vivienda en la que vivían y lo denunció. La justicia le aplicó una restricción perimetral, pero así y todo, el seguía contactándola por Facebook y le pedía perdón. Además, aseguraba que iba a cambiar y que la amaba.
Macarena creyó esas suplicas y le dio una nueva oportunidad. Se mudaron a la casa de la abuela de él que había fallecido. Y una vez más volvieron los episodios de violencia.
“Una vez me quiso quebrar la mano. Me manipulaba todo el tiempo. Me prohibía ver a mis amigas. No me dejaba salir”, contó.
El domingo temió lo peor. En momentos en lo que discutían, el hombre le pegó una piña en el ojo, desfigurándole la cara.
“Me sacó el arma, me apuntó, se rió y tuve miedo de que me matara. También me dijo ‘¿Querés ir con tu hermana?’. Mi hermana murió hace un tiempo. Después de eso empezó a ponerme paños fríos en la cara. Salió a comprar, se llevó mi teléfono y me dejó encerrada”, recordó.
Acto seguido la agarró de los pelos, la tiró al piso y le pidió tener relaciones sexuales. Ya en horas de la noche, en un momento de descuido del hombre mientras dormía, ella agarró el teléfono y le avisó a una compañera de trabajo donde estaba.
En horas de la madrugada, el atacante se despertó y fue a una farmacia a buscar calmantes para la joven, pero esta vez no se llevó su teléfono.
Aprovechó ese descuido para volver a conectarse con su compañera de trabajo y contarle brevemente lo que había vivido. “Me comuniqué con ella para decirle que no iba a poder ir a trabajar y sobre todo para que supiera mi ubicación por si terminaba muerta. A las horas llegaron los patrulleros, me rescataron y a él se lo llevaron preso”, detalló.
Macarena radicó la denuncia y la causa fue caratulada como privación ilegítima de la libertad, lesiones y violencia de género. Voceros de la fiscalía revelaron que ya existían otras denuncias de mujeres contra su expareja.