Si bien hoy el presidente de Sri Lanka Gotabaya Rajapaksa dijo que iba presentar su renuncia, ayer de manera inesperada huyó del país sin dejar oficialmente su cargo. Primero intentó irse a Dubai pero, como no lo logró, decidió viajar a la capital de Maldivas junto a su esposa y a sus dos guardaespaldas.
Gotabaya Rajapaksa está acusado de causar una profunda crisis económica en Sri Lanka. Es más, ya declaró una deuda de 51.000 millones de dólares y está a la espera de un acuerdo con el Fondo Monetario internacional (FMI) para recibir un préstamo.
No solo eso, sino que en el país hay unja gran crisis de combustible y las reservas se agotan. Ante esta situación, el gobierno cerró las administraciones esenciales y las escuelas para reducir la movilidad de las personas.
Estos y un mayor número de factores hicieron que el fin de semana pasado miles de habitantes de Sri Lanka ingresaran a la mansión presidencial donde vive Gotabaya Rajapaksa. Ante la situación, el mandatario se fue de su vivienda. Los transeúntes se quedaron allí y hasta se dieron un baño en la pileta del lugar.
Ahora habrá que esperar que el político exponga su renuncia y que alguien ocupe su lugar. El presidente del Parlamento de Sri Lanka, Mahinda Yapa Abeywardena, declaró que los líderes de los partidos políticos decidieron elegir un nuevo presidente el 20 de julio a través de una votación en el Parlamento.