La llegada del verano, como es habitual, llevó a que miles y miles de mendocinos intenten cruzar a Chile por la Ruta 7 para pasar sus merecidas vacaciones.
Pero, el deterioro que presenta el camino internacional, sumado a la falta de obras públicas en la arteria, ha generado serios dolores de cabezas y atascos que le han complicado los planes a más de uno.
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Si bien el Gobierno provincial le solicitó a la Nación que le transfiera el control de la ruta para llevar a cabo ciertas mejoras, esto no prosperó. Esta situación fue aprovechada por el peronismo, que por medio del mendocino Guillermo Carmona, salió a pegarle al titular del Ejecutivo mendocino.
“La genuflexión con el topo que destruye el Estado no resultó ser negocio para Mendoza“, señaló el también ex secretario de Malvinas.
“Un año sin obras públicas tiene consecuencias, incluso en pérdida de vidas humanas“, añadió el referente justicialista.
Sería injusto no destacar que el Gobierno provincial algunas mejoras ha efectuado recientemente, tal es el caso de los paradores que fueron instalados en diferentes sectores de Alta Montaña.
De todos modos, esto no alcanza y genera muchísima preocupación y malestar en el arco político mendocino.
De hecho, en diciembre fueron varias las voces que le reclamaron a Milei por la emergencia vial en la Ruta 7. El radical Julio Cobos fue uno de los que planteó el asunto en la Casa Rosada.
Milei y los suyos siguen firmes en su postura, y se ilusionan con concesionar los 347 kilómetros de la Ruta 7 entre Desaguaderos y el túnel internacional Cristo Redentor.
El tema todavía está en veremos, y por ahora no se observa una solución rápida. Mientras tanto los accidentes siguen ocurriendo, las demoras continúan y la paciencia comienza a agotarse en Casa de Gobierno.