
El Gobierno nacional avanza con un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que concentrará el control total de cuatro organismos clave: INTA, INTI, INV e Inase. La medida, que se perfila como un sacudón estructural, elimina la autonomía de estas instituciones y las coloca bajo la órbita directa de distintas secretarías del Poder Ejecutivo.
Afectación para el INTA, el INTI y el INV
La transformación alcanza al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que dejará de ser un ente descentralizado para pasar a ser un organismo “desconcentrado” dentro de la Secretaría de Agricultura. Se disuelve su Consejo Directivo, cediendo lugar a un nuevo Consejo Técnico sin capacidad de decisión efectiva y cuyos miembros trabajarán sin remuneración. Con esta modificación, el INTA perderá el manejo de su presupuesto e independencia operativa.
Alarma en el ámbito científico y productivo
La reacción no se hizo esperar. Representantes del sector científico, industrial y agropecuario advierten sobre el impacto de este cambio: una centralización que, según sostienen, permite al Ejecutivo ejercer control absoluto sobre recursos, líneas de investigación y decisiones estratégicas. En el caso del INTA, la eliminación de voces técnicas y académicas en su conducción despierta especial preocupación en el campo.
El alerta del INTI Mendoza
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), organismo clave para la innovación y competitividad de las industrias argentinas, enfrenta una inminente reestructuración a nivel nacional que, según alertan desde su sede en Mendoza, podría poner en riesgo funciones esenciales y su carácter federal.
Por eso, este viernes 4 de julio a las 12 hs, el equipo de INTI Mendoza, ubicado en calle Araoz 1511 de Luján de Cuyo, invita a la comunidad, empresarios, representantes de cámaras y autoridades provinciales a participar de una jornada abierta para recorrer los laboratorios y visibilizar el impacto que tendría la pérdida de autonomía del organismo en la región de Cuyo.
Un cambio de época
La iniciativa marca una ruptura con décadas de institucionalidad construida en torno a la descentralización y el desarrollo territorial. Los organismos alcanzados han sido durante años actores fundamentales en la modernización del agro, la industria y el sistema científico argentino. La pregunta que ahora resuena es si este rediseño permitirá mayor eficiencia o si, por el contrario, desmantelará capacidades estratégicas para el país.