Según informó el Ministerio de Economía, las cuentas públicas registraron en septiembre un superávit primario de $ 5.284 millones, y así anunció también que con este resultado se cumplió con la meta trimestral acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El déficit primario acumulado al tercer trimestre fue de $1.096.052 millones, según el balance del mes pasado. Esto lo estableció el acuerdo de Facilidades Extendidas con el organismo multilateral.
Ya informado del tema el ministro de Economía, Sergio Massa, y el FMI ya habían adelantado este cumplimiento. La meta para 2022 marca que el déficit primario del Estado argentino no debe superar el 2,5% que debe reducirse a 1,9% en 2023.
El resultado del tercer trimestre era de importancia dado que el cuarto trimestre del año es uno de los más exigentes en materia fiscal por un aumento estacional del gasto, donde se destacan los aguinaldos de jubilaciones, pensiones y sueldos estatales. Además, para auxiliar a los sectores de menores recursos, el Gobierno acaba de anunciar un bono de $45.000 en dos tramos.
El informe del Palacio de Hacienda subrayó que “el gasto primario cayó por tercer mes consecutivo en términos reales, en el marco de un proceso de ordenamiento fiscal”.
Los ingresos tributarios crecieron 116,0% impulsados principalmente por el aumento de las retenciones que generó $322.330 millones por la liquidación de US$ 8.100 millones del programa “dólar soja”.
También sostuvieron los ingresos el impuesto a las Ganancias (119,6%), Débitos y Créditos (90,1%), los relacionados a la Seguridad Social (86,0%) y el IVA neto de Reintegros (83,4%).
Mientras que, el gasto primario alcanzó los $1.562.196 millones y subió 78,9% en forma interanual. En nueve meses la variación mostró un alza de 73,7% comparando con el mismo período de 2021.
Los subsidios en energía subieron 50% a $180.193 millones y en transporte crecieron 63,8% a $34.564 millones.
Las prestaciones sociales registraron un aumento de 82,1% y llegaron a $833.542 millones. El alza más importante se dio en las asignaciones familiares que crecieron 149% a 61.386 millones.