La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, encabezó una conferencia de prensa virtual desde Washington en la que aseguró: “Tenemos un objetivo común con el nuevo programa que pueda ser implementado en forma exitosa para ayudar a la gente de Argentina”.
“El gran riesgo es la inflación que también ha sido empujado por factores exógenos”, sostuvo.
Georgieva explicó que la puesta en marcha del plan presentado al FMI debe abarcar un recálculo que tome en cuenta “el impacto de los cambios globales sobre la Argentina porque es un exportador de materias primas”.
“El gran riesgo es la inflación que también ha sido empujado por factores exógenos y por lo tanto una gran parte de la atención será colocada en tratar de bajar la inflación a un punto en el que la gente en la Argentina tenga confianza para ahorrar en su propia moneda”, subrayó.
“Hay tres formas de controlar la inflación: ajustar la política monetaria de los bancos centrales; segundo, ante el creciente riesgo alimentario, hace falta una acción global; y, tercero, ante el aumento de la deuda por el aumento de las tasas de los bancos centrales, los gobiernos necesitan medidas para reforzar sus balances fiscales con medidas tributarias más equilibradas”, explicó.
“Respecto de la primera revisión, se ha adelantado, así que pronto habrá noticias del staff técnico tras dialogar con las autoridades argentinas acerca de su progreso”, adelantó la directora del organismo.
El conflicto entre Rusia y Ucrania
Georgieva también hizo mención a la desestabilización que provocó la invasión rusa a Ucrania y, en referencia a esto el FMI estima una reducción del crecimiento mundial, aunque creció en un punto porcentual la perspectiva para la Argentina desde enero: del 3 al 4 % para 2022.
“Habrá menos crecimiento y más inflación por la guerra, que generó la división política más fuerte que la de los últimos 75 años. Por lo tanto, el fin de la guerra tendrá el mejor efecto de ayudar a la recuperación de la economía global”, detalló.
Georgieva recordó que el FMI aprobó la emisión de USD 750.000 millones en derechos especiales de giro (DEGs) -de los cuales la Argentina recibió USD 4400 millones- y remarcó que “habrá más cuando comience a funcionar el fondo de resiliencia y sostenibilidad”, aprobado días atrás. A la Argentina le corresponderían aproximadamente USD 1300 millones que podrían llegar antes de que culmine el año.