Los precios mundiales de las materias primas de alimentos registraron un “salto significativo” de sus precios en marzo, con “fuertes incrementos en los valores del maíz, trigo y aceites vegetales”, impulsados por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, según consignó hoy el indicador de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
VER: Al menos 35 muertos y 100 heridos en ataque contra estación de ciudad ucraniana de Kramatorsk
El índice, que registra los cambios mensuales en las commodities de alimentos más intercambiadas en el mundo y que acumula un incremento de 75% desde mitades de 2020, promedió 159,3 puntos en enero, 12,6% más que en febrero –cuando ya presentaba números récord- y 33,6% en la comparación interanual, alcanzando así el mayor nivel desde su creación en 1990.
Entre los motivos del salto, se encuentra el “shock que representó la guerra en los mercados de los granos básicos y los aceites vegetales”, según detalla el informe de la FAO, un conflicto que provocó, asimismo, una “modificación en los flujos de intercambios y restricciones de exportaciones en varios países”.
Asimismo, a estos motivos hay que añadir la suba en los precios de la energía y los fertilizantes en el mundo.
En el caso del índice que componen los cereales, el mismo registró una suba de 17,1%.
Dado que Rusia y Ucrania representan ambos el 30% y el 20% de las exportaciones mundiales de trigo y maíz, respectivamente, los precios de ambos granos subieron 19,7% y 19,1%.
Además de la guerra, en el caso del trigo, que ya tenía dificultades en su oferta, el precio se vio exacerbado por la preocupación que existe en la condición de la cosecha de los Estados Unidos.
Pese al conflicto, la FAO espera que la producción mundial de trigo se incremente 1,1% a 784 millones de toneladas para este año, contemplando que al menos 20% de las actuales siembras invernales de Ucrania pueden no ser cosechadas debido a su destrucción o falta de recursos, aunque aclara que las previsiones pueden modificarse por la incertidumbre.
En ese sentido, la FAO revisó a la baja su previsión de intercambio a 469 millones de toneladas –una contracción respecto de la campaña 2020/21- por la guerra en Ucrania.
Se espera que la Unión Europea e India incrementen sus exportaciones de trigo mientras que Argentina, India y Estados Unidos hagan lo mismo con el maíz, lo cual “compensará parcialmente” la pérdida de exportaciones de la región del Mar Negro.
En lo que respecta a los aceites vegetales, sus valores se encarecieron 23,2%.
De nuevo, en el caso del aceite de girasol, Ucrania es el principal exportador mundial, lo cual también provocó una suba en los aceites de palma, soja y colza, dado que actúan como productos sustitutos.
En el caso de la soja, se suman las perspectivas negativas en las exportaciones de Sudamérica.
Por su parte, otros índices de alimentos, como el del azúcar, la carne, y los lácteos también presentaron avances, aunque más moderados, del 6,7%, 4,8% y 2,6% mensual, respectivamente.
En el caso del azúcar, las alzas, que lo ubican con un incremento acumulado del 20% anual, se vieron motorizadas por el mayor valor del petróleo junto con la apreciación del real brasileño, pero se vieron contenidas por las mejores perspectivas de producción en India.
Respecto de la carne, cuyo precio alcanzó un récord histórico, el valor se vio motivado por la escasez de cerdos de matanza en Europa occidental, mientras que las aves de corral también avanzaron en base a la escasez de oferta de países exportadores por brotes de gripe aviar.
La carne bovina, en tanto, también se mantuvo firme por la sólida demanda y la escasez de vacas para faena.
En tanto, la mayor demanda de importaciones de manteca y leche en polvo –especialmente de Asia- explicó la suba de los lácteos, mientras existen dificultades en la oferta de leche en Europa y Oceanía.