En 1861, el médico frances Prosper Ménière comenzó a dar que hablar una enfermedad que afecta al oído interno, conocido como Ménière.
Fue el propio galeno, el que detectó los síntomas en una niña de 12 años. Es por eso, que la patología lleva ese nombre.
Con el paso de los años, se decidió que cada 7 de febrero se conmemorara el Día Mundial de la enfermedad de Ménière, con el objetivo de realizar distintas acciones para hacerla más visible y estimular su temprano reconocimiento.
“Hay que diferenciar, antes que nada, la enfermedad y el síndrome. El síndrome quiere decir que una persona puede sufrir síntomas similares a los que caracterizan la enfermedad pero que corresponden a otras patologías, como puede ser la otoesclerosis, por ejemplo”, explicó la doctora Carolina Binetti, otoneuróloga y Jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Británico.
En diálogo con Infobae, la especialista comentó: “Si bien todavía no hay precisión sobre las causas de esta enfermedad, se están estudiando las áreas cromosómicas de quienes tienen la patología de forma recesiva –cuando los hijos la heredan, pero sus padres la tienen de forma dormida- para evaluar la posibilidad de que se trate de una enfermedad hereditaria”.
Esta enfermedad puede ser hereditaria en forma dominante y también en forma recesiva (solo algunos hijos de determinada pareja de padres podrían heredarla), esta segunda forma de herencia está siendo estudiada por profesionales.
Los síntomas más comunes
La enfermedad puede darse en cualquier momento de la vida, aunque la gran mayoría de las personas que consultan tienen entre 40 y 60 años, y suelen sufrir, de manera simultánea, migrañas frecuentes. “Las personas que padecen esta patología pueden sufrir migrañas en hasta el 50% de los casos”, aclaró Binetti. Algunos de los síntomas de esta enfermedad son:
– Ataques de vértigo
– Acúfenos o tinnitus, que es la sensación de escuchar un zumbido, campanilleo o silbido constante o frecuente en los oído
– Pérdida de la audición
– Sensación de oído tapado
“Los síntomas pueden aparecer aislados o bien todos a la vez. La característica del acúfeno es que suena como una máquina, un sonido grave que al inicio puede ir y venir, y después se mantiene constante. Es importante reconocerlo ya que puede anunciar una inminente crisis de vértigo”, afirmó la especialista. Las crisis de vértigo pueden durar entre 20 minutos y 12 horas, y dependiendo de la intensidad pueden llegar a generar náuseas o vómitos.
Tratamiento
De acuerdo con lo mencionado por la especialista, una vez obtenido el diagnóstico hay una serie de recomendaciones a seguir, y hay tratamientos medicamentosos por vía oral o a través del oído, que son para calmar los síntomas, mejorar la audición y reducir los acúfenos.
Cuando se diagnostica hay que tratar de mantener el tratamiento inicial porque está demostrado que sostiene una mejor audición. El tratamiento dura un año y la enfermedad se autolimita con el tiempo.
Al obtener el diagnóstico, los pacientes deben evitar:
– Cambios intempestivos de presión sobre el tímpano, por ej. tapar y destapar el oído con el dedo
– Lavados de oídos
– Abdominales intempestivos
– Exceso de sal en la dieta
Aseguran que prestar atención a los síntomas es clave porque la enfermedad de Ménière puede provocar complicaciones. Los episodios repentinos de vértigo y la posibilidad de pérdida auditiva son los más comunes. El vértigo puede hacer perder el equilibrio, lo cual aumenta el riesgo de caídas y accidentes.
Debido a esto, detectar la enfermedad y contar con un diagnóstico temprano es esencial para evitar episodios que alteren la vida cotidiana y puedan causar estrés.
