Edmundo Day, vicepresidente de la Asociación Empresaria Gastronómica Hotelera y afines de Mendoza, celebró que durante el fin de semana trabajadores del trabajadores del sector turístico y gastronómico recibieron la primera dosis de la vacuna contra el Coronavirus. La incorporación en los listados de prioritarios y esenciales, se trató de un logro importante para el sector tras las negociaciones junto con los sindicatos ante el gobierno provincial. “Era algo que estábamos esperando todos. Fue un paso importante. La gran mayoría se vacunó y las caras eran de alegría, felicidad”, expresó y agregó que sólo un grupo muy pequeño decidió no recibir la vacuna.
En relación al fin de semana largo, comunicó que fue especial e importante por la noticia de la vacunación, aunque no tanto en relación al trabajo. En cuanto al sector gastronómico resaltó que los restaurantes trabajaron bien el domingo al mediodía.
“La ocupación durante el fin de semana no fue buena lamentablemente”, aseguró y dijo que sólo en algunos lugares del Valle de Uco o Potrerillos se registró un 50% . “Al estar autorizadas las reuniones, creemos que la gente prefirió festejar en sus casas”, analizó. La situación epidemiológica de Córdoba y Buenos Aires, principales emisores turísticos, se suma como una causa que explica los bajos niveles en la provincia, al mismo tiempo que evaluó como un factor explicativo de la situación crítica del turismo, la pérdida del poder adquisitivo en relación a una alta inflación. “A la gente se le ha esfumado de las manos la plata. Hay que poner dinero nuevamente en la mano para que hayan posibilidades de viajar”, dijo Day, quien transmitió que la ilusión está puesta en el pago del aguinaldo, las devoluciones de las retenciones por Ganancias, el relanzamiento del programa PreViaje, como las ayudas al sector a través del RePro.
Según explicó Day, el Gran Mendoza tiene aproximadamente un 80% de la oferta provincial de alojamiento y este fin de semana largo trabajó al 5%. El Valle de Uco representa entre un 2 y 3% de la oferta turística, y trabajó a un 50%, es decir que estamos hablando de números muy flojos. “Estamos en contacto con la ministra Jury, estuvimos el sábado con ella, y sabía que la ocupación de este fin de semana concretamente no era buena”, dijo.
De cara a la temporada invernal dijo que “aún las reservas se encuentran en un porcentaje muy bajo, diría que aún no está ni siquiera en el orden del 20%. Hay porcentajes un poco más altos en Potrerillos, Valle de Uco, quizás en Malargüe pero a nivel provincial se mantiene bajo”. Además, dijo que
“El mes de julio podría ser quizás un comienzo de una vuelta al trabajo progresivamente“, adelantó y analizó la cercanía de las elecciones en el país como un factor que puede favorecer al sector. “Los gobiernos van a poner un poco más de ayudas en el camino que nosotros estamos persiguiendo y eso va a animar a que, si se liberan un poco las restricciones y hay un poco más de plata en el bolsillo, aparezca el aliciente que necesitamos para volver a empezar a mover la rueda y ya conectar con la primavera y la temporada de verano”, evaluó.
El vicepresidente de AEGHA transmitió que se proyecta que en los próximos tres meses se pueda empezar con una reanimación del sector pero aseguró que en el camino va ya hay mucho daño ocasionado. “Todavía no podemos hacer una evaluación total de daños, pero la verdad que después de quince meses y siendo todas pymes, la realidad es que las que han podido aguantar van a quedar muy mermadas y algunas otras ya lamentablemente no están. Ese es el planteo que se le hace a las autoridades”, comunicó.
En esta línea de análisis, Edmundo Day dijo que “la economía argentina en los últimos años ha caído un 9.9% y el sector de hotelería y gastronomía cayó un 50%, llevamos 15 meses de pandemia y la verdad que se ha hecho muy larga la espera. Entendemos, que tanto del gobierno provincial como nacional han dado algunas ayudas que representan un 25% de las ayudas que las empresas hoy han necesitado. Es decir que a las empresas que no tuvieron acceso a préstamos o ahorros les ha sido muy difícil la permanencia”.
“En todos lados la pandemia se arregló con plata. Plata que fue a las vacunas y que fue a sostener a las empresas para que no se fundan. Porque después el turismo se recupera rápido pero una persona que se fundió no vuelve a hacer una empresa inmediatamente. Son 4 años mínimo que pasan para digerir todos los problemas que se originaron con la AFIP, con el juicio de los empleados, las deudas”, explicó.