Cómo eran los rituales de la secta que se desarticuló en Guaymallén

La misma realizaba fraudes de diversa índole.

Allá lejos, por los años 70’, las hermanas Eva y Divina Luz Pereyra crearon un culto llamado “Filadelfia”, el cual hace referencia a una de las iglesias del apocalipsis, la única en ser elogiada por Jesucristo cuya mención no se encuentra en la biblia.

En tal sentido, estas mujeres crearon “La Fiesta del Señor”, la cual se trata de un encuentro anual realizado durante las primeras semanas en enero en las sedes que ostenta en Mendoza, Bahía Blanca, Neuquén, Tucumán y Salta.

Según cuenta diario Clarín, las víctimas contaron ante el juez federal de Morón, Néstor Barral y el fiscal Santiago Marquevich, que esta celebración tenía como objetivo exhortar a los fieles a entregar sus pertenencias más preciadas que podían ir desde un departamento hasta un hijo.

La manera en la que lograban captar y dominar personas se explica en el dictamen llevado a cabo por Marquevich y la PROTEX (Procuraduría de Trata y Explotación de Personas), cuyo resultado fue una serie de allanamientos y detenciones.

Según señalaron los fiscales, “en el templo de San Justo se practicaban las ceremonias de culto a la que asistían fieles y víctimas, que se realizaban todos los sábados y domingos del año y particularmente en la primera semana de enero se realizaban las Fiestas del Señor. En este evento anual y de gran importancia para la congregación eran convocados fieles de todos los anexos del país e incluso de países vecinos, como Brasil y Paraguay. Les brindaban alojamiento, comida y bebida”.

“Estas fiestas resultaban ser el momento icónico en el proceso de captación y control de la voluntad de los fieles, puesto que allí las líderes del templo, a la voz de Eva Petrona Pereyra, solicitaban las ‘ofrendas’ de sus ‘siervos’. La premisa era dar lo más preciado al Señor” añadieron en el paper en cuestión.

Si bien la primera líder del culto, e cual fue creado en 1973 y autorizado 8 años después, en 1981, fue Divina Luz Pereyra, ésta falleció en 1998. Desde entonces, el dominio quedó bajo el brazo de su hermana Eva, de 76 años de edad y cumpliendo prisión domiciliaria.

Durante la “Fiesta del Señor” a protagonista era Eva siempre acompañada por Miguel Evangelista Bogado, el Pastor Supremo, una suerte de certificación de que todo lo que decía esta mujer era la propia voluntad de dios.

Ver: Desbaratan en Mendoza una “secta” dedicada a presuntas violaciones y robo de chicos

Es dable señalar que este señor fue detenido el pasado primero de enero junto a su mujer en el Templo de San Justo ubicado en el Municipio de La Matanza, provincia de Buenos Aires.

Bogado, quien representaba un fuerte liderazgo dentro del culto, fue encontrado casi de casualidad, ya que la cuarentena lo agarro junto a su mujer en La Matanza y decidieron quedarse allí hasta la “Fiesta del Señor” que se celebraría en enero del 2021.

“Luego de largas horas de danza y cánticos -que tomaban lugar todo los días de la primera semana de enero, desde las 19 hasta la madrugada-, Eva Petrona Pereyra era ‘poseída’ por el Espíritu Santo y bajo esta posesión mística y divina les comunicaba a los fieles elegidos que era momento de entregar a sus hijos, sus propiedades o incluso designaba a las parejas, todo ello en nombre del Señor”, explicitaron los fiscales.

También vale agregar que además de la trata de personas con fines de explotación laboral, ya que los fieles realizaban gratuitamente trabajos en dos panificadoras; abusos y reducción a la servidumbre, por estas horas la Justicia se encuentra investigando la apropiación de tres bebes que fueron producto de las violaciones del marido de Eva, quien ya ha fallecido.

Dicho sea de paso, en el dictamen, los fiscales aseguran que “se fomentaba la endogamia entre los miembros del Templo, toda vez que las líderes decidían los matrimonios que se iban a celebrar entre los miembros de la organización Filadelfia. En este sentido el relato de las víctimas surge que la asignación de parejas también tomaba lugar en las mencionadas ‘Fiestas del Señor’. Eva Petrona Pereyra se mostraba poseída por el Espíritu Santo, agarraba de la mano un chico y una chica y los unía, luego de lo cual debían sacar turno en el Registro Civil para casarse”.

“Esos chicos son el círculo vicioso, como yo siempre digo. El final de ellos es el mismo que yo tuve: dejar la escuela cuando te digan ellas, cuando te vean que estás apto para salir a la calle, que te vas a defender en la calle y salir a vender. Imaginate: un montón de chicos que nacieron dentro de Filadelfia, con tus abuelos que vivieron dentro de Filadelfia desde su juventud, ya eran tercera generación esos chicos” declaró una víctima mediante Cámara Gesell.

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