La sexagésima cuarta edición de la Copa Libertadores se acerca a su apasionante final, y dos equipos que lucharán por la gloria sudamericana: Fluminense y Boca Juniors.
El camino hacia la final fue un torbellino de emociones, y este jueves quedaron definidos los finalistas en dos encuentros que mantuvieron a los aficionados al borde de sus asientos.
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El primero en sellar su boleto hacia la gran final fue Fluminense, que protagonizó una serie épica contra el combinado gaúcho. Tras un empate 2-2 en la ida jugando en casa, las probabilidades parecían inclinarse hacia Internacional. Sin embargo, el partido de vuelta tuvo giros emocionantes. A los 10 minutos, Gabriel Mercado anotó para Internacional, pareciendo que el destino estaba sellado. Pero la historia cambió cuando John Kennedy empató el partido transitoriamente a los 81 minutos. Y seis minutos después, el máximo goleador del torneo, Germán Cano, marcó el gol que llevó a su equipo a la final con un resultado global de 4-3.
Luego llegó el turno de Boca, un equipo que volvió a confiar en la figura de Sergio Romero, un arquero cada vez más invencible en los tiros desde el punto penal. En los más de 180 minutos reglamentarios, el partido de semifinales contra Palmeiras culminó en empate 1-1, después del 0-0 en la Bombonera y otro empate 1-1 en el Allianz Parque de San Pablo. Boca Juniors avanzó gracias a la efectividad en los penales.
De esta manera, Fluminense y Boca Juniors se enfrentarán en una batalla épica el sábado 4 de noviembre en el mítico Estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Este duelo no solo decidirá al nuevo campeón de la Copa Libertadores, sino que también determinará al representante de la Conmebol en el Mundial de Clubes, que se llevará a cabo entre el 12 y el 22 de diciembre en Arabia Saudita.