Construcción en Mendoza: de la catástrofe del 2020 a la posibilidad de ser el “sector estrella” en 2021

2020 resultó un mal año, pero extraño. Debido a las complicaciones financieras del gobierno provincial, y también del nacional, y en un periodo no electoral, hubo una fuerte reducción en la obra pública. Además, en recesión y con menor poder de compra, impactó en la construcción privada. ¿Qué se espera para 2021? Mirá el informe completo en esta nota.

Según un estudio presentado por el IERAL, de la Fundación Mediterránea, 2020 resultó un mal año, pero extraño para la construcción. Debido a las complicaciones financieras del gobierno provincial, y también del nacional, y en un periodo no electoral, hubo una fuerte reducción en la obra pública. Además, en recesión y con menor poder de compra, impactó en la construcción privada.

Sin embargo, el costo de construcción disminuyó sustancialmente en dólares blue, por lo cual quienes contaron con esos billetes, aprovecharon para refacciones y ampliaciones, lo cual se tradujo en una menor caída en la compra de materiales de construcción (el empleo sectorial se desplomó).

Para 2021, se espera una recuperación de la obra pública, gracias a una cierta recuperación en las finanzas de los gobiernos y siendo un periodo con elecciones. En la rama privada, las fuerzas contrapuestas cambiarían de sentido. Ayudaría una recuperación en la capacidad adquisitiva de la población, pero se espera un incremento en los costos de construcción expresados en dólares.

El Instituto de Estudios de la Realidad de Argentina y Latinoamérica (Ieral, de la Fundación Mediterránea) presentó, por 16° año consecutivo, su informe económico anual. El informe ofrece un análisis general de la economía mendocina durante 2020, luego un panorama por sectores y su posible evolución en 2021. El objetivo de este trabajo es contribuir a una mejor comprensión de los problemas económicos, como también además detectar oportunidades de inversión en la provincia.

El informe 2020 y las perspectivas 202, un profuso estudio realizado por los economistas Gustavo Reyes y Jorge Day, se puede consultar en www.economiademendoza.com, donde también se encontrarán los 15 anuarios previos.

 

Factores que influyen

El 2020 fue un mal año para la construcción en Mendoza, con varios factores que influyeron negativamente. A nivel del sector público, el gobierno provincial había iniciado el año 2020 con déficit fiscal, y con la pandemia se redujeron sus recursos, y con escaso acceso a nuevo financiamiento.

Esta situación generó un ajuste en las finanzas públicas, y con el agregado de no ser un año electoral, se tradujo en una fuerte reducción en la obra pública.

En el sector privado, también hubo complicaciones, con menores créditos (los UVA que habían movilizado el sector hace tres años atrás, desaparecieron) y con menor poder adquisitivo de la población.

A favor estuvieron los bajos costos de la construcción, expresados en dólar blue, que favoreció a quienes contaban con ahorros en esa moneda.

 

Construcción: presente y futuro inmediato

El año 2021 podría ser un año mejor que el anterior. Siendo un año electoral, habrá más impulso vía obra pública, y así ha sido considerado en el nuevo Presupuesto provincial.

También debería ocurrir lo mismo a nivel nacional, aunque las diferencias políticas pueden jugar en contra de Mendoza, en comparación a otras provincias. Todo este impulso estará sujeto a las restricciones financieras de los gobiernos provincial y nacional. Desde una perspectiva privada, no es tan claro el impulso. Se espera una recuperación leve en poder adquisitivo en salarios y en créditos hipotecarios. Pero los costos de construcción se incrementarían en dólares blue, no siendo tan bajos como en 2020.

Respecto de las perspectivas para 2021, la opinión revelada por los empresarios de Mendoza a través de la tradicional encuesta anual del IERAL mostró que casi la mitad de los encuestados espera que dicho año resulte mejor que el 2020.

A pesar de ello, menos de un tercio de los empresarios planea aumentar su planta de personal y un 56%
invertiría solamente entre 1% y 10% de su facturación en dicho año. Turismo, Construcción, Telecomunicaciones e Informática resultaron los sectores más votados
con mayores posibilidades para crecer en 2021.

Hubo una abrupta disminución a en el segundo trimestre, para luego tener un importante repunte, pero sin llegar a los niveles observados durante el año 2019.

Factores claves que explican su dinámica

Hay varios factores que influyen negativamente, y uno en forma positiva.

En obra pública, 2020 fue sido un año no electoral, con un gobierno provincial que comenzó con déficit fiscal, sus recursos que se redujeron sustancialmente con la pandemia y tuvo escaso financiamiento nuevo. Todo esto se tradujo en un ajuste en las finanzas públicas, con una fuerte reducción en la obra pública.

En el sector privado, también hubo complicaciones, con menores créditos (los UVA que habían movilizado el sector hace tres años atrás, desaparecieron) y con menor poder
adquisitivo de la población. A favor estuvo el repunte del dólar blue, que favoreció a
quienes contaban con ahorros en dólar billete.

Los costos de construcción se redujeron sustancialmente durante 2020. En líneas generales, años atrás el costo de construir rondaba los u$s 1.000 el m2, y durante el año pasado llegó a u$s 400. Eso explica que la compra de materiales no cayera tanto como el empleo sectorial.

Perspectivas (¿qué se espera para 2021?)

Debería ser un año mejor que el anterior. Desde un punto de vista público, es un año electoral, con más promesas de obra pública. Así ha sido considerado en el Presupuesto
provincial 2021. También debería ocurrir lo mismo a nivel nacional, aunque las diferencias políticas pueden jugar en contra de Mendoza, en comparación a otras provincias. Todo este impulso estará sujeto a las restricciones financieras de los gobiernos provincial y nacional. Se espera una recuperación en sus recursos financieros, gracias a una mayor actividad económica, y también debería haber menos gastos covid (Salud, y a nivel nacional, asistencias tipo ATP e IFE), pero también habrá presión para mayores otros gastos (salarios estatales).

Desde una perspectiva privada, el impulso quizá sea menor. Se espera una recuperación
leve en poder adquisitivo en salarios y en créditos hipotecarios. Y quizá los costos de
construcción se incrementen en dólares, no siendo tan bajos como en 2020.

Por ende, es posible una recuperación, no tan significativa, en el sector construcción, con más impulso público.

Importancia

Composición y distribución regional

Fuente: Ecocuyo

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