Un joven de 18 años murió por el aberrante ataque a puñaladas de una patota en la localidad balnearia de Santa Teresita, ubicada en Villa Gesell.
El incidente ocurrió en las primeras horas de la mañana, cuando Tomás se encontraba junto a su grupo de amigos en la ciudad balnearia.
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Nueve agresores los sorprendieron, corrieron y acorralaron al joven, propinándole un certero puntazo en el tórax que resultó fatal. La escena deja a la comunidad consternada, reviviendo el dolor de la reciente condena por el asesinato de Fernando Báez Sosa.
La rápida respuesta policial permitió la detención de ocho individuos, seis mayores y dos menores, entre los cuales se señala como principal sospechoso a un sujeto de 21 años.
Fuentes policiales indican que este individuo habría infligido la mortal herida a Tomás en medio de una confusa situación que se procura esclarecer.
La causa, catalogada como homicidio agravado, está siendo investigada por la comisaría de La Costa 1ª de Santa Teresita. La secuencia de los eventos comenzó con un llamado que alertaba sobre una pelea entre varias personas.
Al llegar al lugar, los agentes encontraron al joven con una herida punzocortante en el tórax. Aunque fue trasladado de inmediato al hospital de la zona, los esfuerzos médicos resultaron infructuosos y Ferreyra perdió la vida.
