Sabido es que la inflación continúa generando serios dolores de cabeza. A poco de que finalice el año, y tal cual predicen algunos analistas, el país se encima a terminar el 2022 con una suba promedio de hasta tres cifras.
En julio, el primer rubro en llegar a esa marca fue el de prendas de vestir y calzado. Después, en agosto se agregó restaurantes y hoteles. Al mes siguiente, las góndolas también se acercaron a esa suba.
El Instituto Nacional de Estadísticos y Censos (Indec) reveló recientemente el dato de inflación de septiembre, que reflejó un promedio del 6,2% mensual, del 66,1% en el acumulado del año, y del 83% interanual. En tanto, al analizar el rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas, los incrementos fueron del 6,7%, 69,5%, 88,6%, respectivamente.
“Vemos que la inflación en este rubro sigue elevada, incluso cuando en el mundo el precio de los alimentos se está revirtiendo. No vemos ningún driver que haga pensar que desacelerará en los próximos meses en el mercado doméstico. Los alimentos ya se mueven como el resto de los precios de la economía y la nominalidad está cercana al 7% mensual en promedio”, dijo a La Nación el director ejecutivo de LGC, Guido Lorenzo.
De todos modos, hay algunos artículos que dejan atrás la tendencia general y se ubican mucho más arriba, aunque en este segmento suelen repercutir factores estacionales. El primer lugar del listado está la cebolla, que en el último informe del Indec tuvo una suba interanual del 550,85%. Mientras que en septiembre de 2021 se pagaba $53,57 el kilo, hoy se consigue en las góndolas por $348,66.
Otro caso destacado es el kilo de azúcar. Actualmente se vende a $230,74, mientras que hace un año ese mismo producto estaba en los supermercados a $78,15. Es decir, se encareció un 195,25%.
La lista de las tres cifras sigue. El precio de la papa aumentó un 177,76% frente a septiembre de 2021 ($51,18 versus $142,16), seguida por la batata (153,85%), el café molido (136,17%), una docena de huevos (132,37%), el jabón de tocador (132,21%), un litro de girasol (131,18%), un kilo de harina de trigo 000 (117,24%), fideos secos (115,80%), el jabón para lavar la ropa (114,78%), manteca (113,93%), la lavandina (111,28%), hamburguesas congeladas (108,01%), el algodón (103,59%) y la leche en polvo entera (100,07%).
“A nivel general el dato fue mejor a lo esperado. Pero alimentos sigue siendo un problema, y es parte de la explicación de por qué la inflación de precios estacionales llegó al 11,7% mensual. Un salto mayor al de julio”, mencionó Claudio Capraulo, director de la consultora Analytica.
Es por esa razón que el aumento en alimentos pasó a ser una de las mayores preocupaciones del Gobierno. En agosto, último dato disponible, la canasta básica alimentaria para una familia tipo (dos adultos y dos menores) costó $52.990 (+7,41%). Es el número que define el umbral de la indigencia, que ya que en el primer semestre del año incrementó 0,8 puntos y alcanzó a 4,2 millones de argentinos (8,8%).
En respuesta, semanas atrás la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner señaló a las empresas alimentarias y dijo que “han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”. Además, dijo que es “necesaria una política de intervención más precisa y efectiva en el sector” y el diseño de instrumentos que refuercen la seguridad alimentaria en materia de indigencia.
“El rubro de los alimentos no es el que más se incrementó, pero está arriba del promedio. Eso potencia el aumento de la indigencia, sobre todo teniendo en cuenta que la inflación se aceleró en marzo y los ingresos no acompañaron esa suba. Además, dentro del sector, hubo movimientos significativos en los artículos de los hogares más humildes, como panificados o azúcar”, apuntó María Castaglioni, directora de C&T Asesores Económicos.
Los rubros que más subieron
Al analizar en detalle el dato de inflación, el rubro de Prendas de vestir y calzados siguió liderando la escalada de precios. En el último año aumentó un 118% a nivel nacional, aunque en el Gran Buenos Aires la cifra ascendió hasta un 120,5%.
En cambio, en Restaurantes y hoteles la inflación fue del 99% interanual en septiembre. Sin embargo, a excepción de la región pampeana -donde subió 93,9%-, en el resto del país el número se encontró más arriba: 100,9% en Cuyo; 101,0% en el noroeste; 101,4% en el Gran Buenos Aires; 102,1% en la Patagonia; y 105,5% en el noreste.
Por detrás de alimentos y bebidas, el otro sector que terminó por encima del nivel general de precios fue el de equipamiento y mantenimiento del hogar, con un 83,6% interanual. En este caso, los números variaron entre un 77,1% (Patagonia) y 85% (Gran Buenos Aires).
“Todos los rubros vienen aumentando al mismo ritmo, salvo aquellos que están más contenidos. Por ejemplo, el de Comunicaciones (41,4% interanual) y el de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (58,6%). Por el momento, los dos rubros que sobresalen son los textiles (este mes empezó a impactar el cambio de temporada) y restaurantes y hoteles. En este último caso, todavía se están recuperando de la pandemia y calculamos que el dólar Qatar los va a subir más todavía”, cerró Castaglioni.