Conmoción en Tunuyán: el desgarrador relato de una mamá que fue separada de sus hijos por la Policía

Una madre está luchando por saber dónde y cómo están sus hijos luego de ser “emboscada” por los efectivos. Lo último que supo es que se los llevaron al Aeropuerto El Plumerillo rumbo a Londres.

En los últimos días comenzó a circular por redes sociales un video en el que una madre relata cómo la Policía le arrebató a sus dos hijos, mientras circulaba en su auto en la mañana del jueves 11, en Tunuyán.

El clip es estremecedor y demuestra un nivel de brutalidad desmedida en el contexto de un proceso mucho más grave: esta medida se tomó luego de que una jueza autorizó la restitución al padre, quien vive en el Reino Unido y posee denuncias por agresiones. Las mismas fueron constatadas a través de las pericias del Cuerpo Médico Forense en Argentina y en España.

Por esto, Diario News dialogó con la abogada penalista especializada en Violencia de Género, Carime Mercado, quien defiende a la mamá Soledad Saubiette, y se refirió a los temas legales.

“Brutalidad Policial”

En el relato, Soledad cuenta que “salió a las 7.49 con sus hijos de casa”. A cuatro cuadras del domicilio, “los embosca la Policía”, la cual la saca del vehículo a golpes.

“Me tiran al suelo, me golpean, me tiran el pelo. Yo lo único que escucho son los gritos de mis hijos que estaban siendo arrancados del vehículo por la Policía”, continuó. “Luego de eso, no escucho más nada”.

Soledad agrega que, una vez los efectivos la sueltan, ya se habían llevado a los menores al Aeropuerto El Plumerillo “por una resolución judicial para restituir a mis niños al Reino Unido”.

Sin poder despedirse, lo último que supo de los menores es que están en Londres, pero no exactamente en qué lugar ni bajo el cuidado de quién están. Actualmente no tienen comunicación con su madre, la única figura protectora que conocen.

En tanto, de acuerdo con lo informado por la abogada, ya se realizó la denuncia penal contra los policías que golpearon a Soledad. También se reclamará que no se cumplió la Convención de La Haya para garantizar el retorno seguro de los niños.

Una historia de injusticia y desesperación

En 2020, Soledad Saubiette tuvo que huir del Reino Unido junto a sus hijos debido a las agresiones que denunció y que fueron cometidas por el progenitor de los menores. Como se mencionó anteriormente, todo se constató por las pericias médicas y, como la Justicia de ese país no creyó en la madre, decidió escapar a Argentina.

Incluso, existe una denuncia por lesiones en España. Cuando Soledad y sus hijos se encontraban de vacaciones, personal médico comprobó y denunció la situación.

Entonces, unos meses atrás, se inició un proceso de revinculación con el padre mientras aún tenía denuncias activas en Reino Unido y en España. En ese sentido, la defensa planteó su oposición “porque los niños no querían ver al padre”. En un momento dado, el régimen de comunicación con el progenitor deja de ser asistido por trabajadores sociales, por lo que el hombre decidió separar a los niños. Cuando vuelven, surgió la sospecha de ASI (Agresión Sexual Infantil).

Las pericias del Cuerpo Médico Forense confirmaron que ambos niños fueron agredidos. En ese marco, de restitución y revinculación, el Reino Unido solicitó que los menores vuelvan al país “porque fueron sustraídos ilegalmente sin autorización del padre”. Ante esto, una jueza de primera instancia aceptó la restitución, pero con la presencia de la madre. Se debía aplicar la Convención de La Haya que establece la obligación del Estado de refugio de restituir inmediatamente al niño mediante medidas de retorno seguro.

Sin embargo, la jueza encargada en la feria judicial ordenó la restitución por la fuerza, es decir, sin la madre. 

Pasando por alto el proceso penal y las pericias físicas de las víctimas, la jueza autorizó que regresen con el padre. Es allí cuando, el jueves pasado, se despliega un operativo policial para llevarse a los niños, mientras viajaban en auto junto a la madre. Luego los trasladaron al aeropuerto, donde partieron hacia Londres.

En medio de una desesperación e impotencia inconmensurable, Soledad sólo pide que le devuelvan a sus pequeños sanos y salvos.

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