La localidad maipucina de San Roque está conmocionada por la desaparición de Edgardo Plaza (53), que el último lunes salió de su casa y parece haberse evaporado.
A pocos días de que se cumpla una semana del hecho, su familia está desesperada y pide ayuda para tratar de dar con el hombre que supuestamente salió de su casa hacia la Ciudad “para juntarse con una gente”.
La esposa de Plaza, Fabiana Coria (40), comentó que el último lunes 10 de abril, entre las 15:30 y las 16:00, su marido salió “hacia la Ciudad de Mendoza. Fue a hacer un trámite, pero supuestamente nunca llegó“.
Con el correr de las horas, y al ver que no tenía ningún tipo de información sobre su esposo, ella y sus hijas empezaron a llamarlo al teléfono celular. Jamás obtuvieron respuestas.
“A las 21:00 mis hijas lo llamaban y no atendía. Yo lo empecé a llamarlo como a las 22:00”, recuerda la desorientada mujer, madre de dos nenas de 18 y 20 años, y de un varón de 12.
“Yo le mandaba mensajes para que me contestara, pero nada, no hubo respuesta”, continuó diciendo Coria a News Online.
Al día siguiente, Coria decidió radicar la denuncia correspondiente, para lo cual se dirigió a la Fiscalía 16° de Rodeo del Medio.
Y si bien las autoridades ya están al tanto de la desaparición y realizando la búsqueda correpondiente, hasta el momento todo es confusión.
Ante la consulta sobre si sabía conocía a las personas que iban a reunirse con su marido, la mujer dijo que no. “Se que se iba a juntar con alguien, pero no se con quien“.
Coria detalló que al momento de la desaparición de su marido, este último llevaba colocado “un pantalón de jeans de color celeste, una campera de lana de color gris con blanco y una remera azul de mangas cortas”, y que pudo haberse movilizado en “el 750 de Dicetours o en el 750 de Nueva Generación“.
Otro detalle no menor, es que el celular de Plaza “actualmente está prendido“. Igualmente, la mujer explicó que no han podido dar con la ubicación del artefacto.
“Jamás se fue de casa sin decir, jamás durmió afuera“, agregó la desesperada denunciante, que todavía no puede entender que fue lo que ocurrió con su marido.
