El kiosquero que hace 13 días mató a un cliente tras una discusión e intentó desviar la investigación al asegurar a la policía que había sido víctima de un robo en su comercio, en la ciudad de Mendoza, fue condenado hoy a la pena de 17 años y medio de prisión tras un juicio abreviado en el que admitió su culpabilidad, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Gerardo Godoy (37), quien el sábado 25 de junio pasado asesinó de tres balazos a Esteban Javier Palombarini, un vecino de 38 apodado “Plancha” que era conocido del barrio y aparentemente había ingresado al kiosco a pedir una cerveza de fiado.
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En un juicio abreviado, el acusado, asistido por su defensor Carlos Sebastián Gijón, admitió haber cometido el crimen y acordó con el Ministerio Público Fiscal la pena de 17 años y medio de prisión, lo cual fue homologado por la jueza Erica Sánchez.
El acuerdo contó con la aprobación de los familiares de la víctima, quienes estuvieron representados como querellantes por la abogada Jimena Villanueva.
El caso
El hecho ocurrió en el minimercado “La Esquina”, ubicado en calles Perú y Vendimiadores, de la capital mendocina, donde Godoy atendió a “Plancha” Palombarini, quien ingresó al comercio para pedir que le fíen una cerveza.
Ese episodio originó una fuerte discusión, en la que el dueño del local extrajo un arma y disparó contra el vecino, quien recibió tres balazos en el tórax y uno de sus brazos.
Palombarini intentó salir del comercio y escapar, pero se desvaneció en la puerta, dijeron las fuentes policiales.
Una ambulancia de Servicio de Emergencia Coordinado llegó y personal médico constató la muerte de Palombarini.
La primera versión lanzada por Godoy ante los policías fue que Palombarini había intentado robar mercadería del local, pero distintos peritajes y la declaración de testigos reveló que la hipótesis del kiosquero había sido inventada.
“Lo que pasó fue que hubo una discusión y fue resuelto de la peor manera, más trágica, más grave”, dijo esta tarde en conferencia de prensa el fiscal de Homicidios, Carlos Torres, quien imputó a Godoy del delito de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”.
Según el funcionario judicial, una de las claves para descubrir lo que ocurrió fue el análisis de las filmaciones de las cámaras de seguridad del local, las cuales “advierten que hay un diálogo entre dos personas y la resolución es lo que sucedió”.
Torres aseguró que “el arma la tenía (el kiosquero) en una bolsa en el interior del negocio. Es dentro del local donde se producen los disparos y la víctima sale hasta que cae en la vereda”.