La producción vitivinícola orgánica registra en los últimos años un importante crecimiento en la Argentina y tiene a la provincia de Mendoza como la mayor exponente.
“En los últimos años se ve un crecimiento importante en la cantidad de productores orgánicos y en el interés de las bodegas por realizar un trabajo más sustentable y tener entre sus vinos, aunque sea, un vino con certificación orgánica”, afirmó Francisco Barreiro, cofundador de VIOS.
Cada vez más bodegas apuestan por vinos más sustentables, ya sea en la totalidad de sus productos como en líneas específicas y, según las últimas estadísticas, el consumo interno de vinos orgánicos registró un crecimiento muy significativo en los últimos años.
De acuerdo con el informe “Situación de la Producción Orgánica en la Argentina durante 2021” del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el año pasado la superficie orgánica cosechada en general subió 14% y alcanzó las 96.476 hectáreas en total. Sosteniendo la tendencia de crecimiento de los últimos 10 años.
La región que más aumentó su superficie cosechada fue Cuyo con el 61%. Mientras que las provincias que más lo hicieron fueron Mendoza, Salta y Jujuy.
En la Argentina hay 250 productores vitivinícolas orgánicos. Mendoza es la provincia con mayor superficie de cultivos de vid orgánica certificada con 7.300 hectáreas y con el Malbec como la variedad más plantada.
De las 79 bodegas elaboradoras de vinos orgánicos, 69 exportan. En 2020, vendieron al exterior más de 10 millones de litros de vinos orgánicos certificados, 24% (casi tres millones de litros) más que en 2019.