El teléfono, la televisión, el ordenador o las tablets se han vuelto parte de la vida adulta en todo sentido. Sin embargo, los menores también son dependientes de estos dispositivos, no solo lo usan para distraerse sino también para cuando ingieren alimentos.
Un estudio realizado en España y publicado en el International Journal of Behavioral Nutrition and Pshysical Activity ha arrojado como resultado que comer viendo pantallas es perjudicial. Las principales consecuencias que trae es el aumento de masa corporal. Esto se produce porque los niños están distraídos viendo los dibujitos y de esta manera pueden aumentar la ingesta de alimentos sin darse cuenta.
El estudió también dió como resultado que muchos padres recurren a las pantallas para que sus hijos se terminen el plato de comida. Es típica la frase “es que si le pongo los dibujos, se come todo lo que está en el plato”.
De todas formas, según los expertos, esto se puede revertir. Los especialistas recomiendan que los niños coman en familia y socialicen ya que así pueden disfrutar la comida con todos sus sentidos. Calma y atención a la hora de comer es lo que principalmente aconsejan. Si hay atención, los niños van a masticar mejor, disfrutar los aromas y sabores, respetar los tiempos y saciar su hambre.
Consejos para que los niños no coman delante de pantallas
El Consejo General de Colegios Oficiales de Diestistas – Nutricionistas de España brindan algunas sugerencia para evitar las pantallas a la hora de comer:
1- Hacer partícipes a los chicos de las cosas de la casa. Marta Otero, miembro del colegio afirma: “ayudar a poner la mesa, colocar el pan en la panera, llenar una jarra de agua o llevar una fuente no sólo les enseñará a realizar estas tareas sino que también podremos aprovechar para enseñarles cómo se colocan los platos y cubiertos”.
2- La mesa debe ser comunicativa y deben tratarse temas de interés del niño. Así, un ambiente que sea agradable y donde el niño se sienta incluído, estará muy bueno para que quiera sentarse a comer.
3- La comida bien presentada va a generar más interés para sentarse en la mesa.
4- Los celulares de toda la familia tienen que estar alejados. De esta manera se da el ejemplo.
5- Organizar la compra y los menús de la semana.
6- Descubrir con el niño aromas y nuevos sabores, preguntarles qué sienten, qué huelen. Dejarlos que degusten es una participación que los puede incentivar en el ritual de la ingesta de alimentos.
7- Enseñar a comer saludable con o sin la compañía de la familia llevará a que se alimenten de buena manera la mayor parte del tiempo.
8- Si los niños ya están muy pegados a las pantallas y es difícil que cambie de opinión lo ideal sería explicarle lo que ocurre al comer frente a pantallas.
La experta Marta Otero del Colegio del Consejo General de Colegios Oficiales de Diestistas – Nutricionistas afirma que, según su edad, podemos recurrir a diferentes argumentos: “Una buena estrategia puede ser un cambio en el contenido de lo que suelen ver. Poner contenidos que les atraigan menos o que les resulten monótonos y aburridos”.
Otra fórmula es dejar el dispositivo encendido justo hasta antes de comer y decirle al niño que lo encenderemos nada más terminar: “De este modo irá aprendiendo poco a poco a que, mientras está comiendo, no es bueno que haga otra cosa y aquí pondremos entablar conversación y darles responsabilidades”. Otero también propone juegos divertidos y en familia que les mantengan alejados de las pantallas hasta que llegue la hora de comer.