Carlos Alberto Solari, conocido como el Indio Solari, abordó abiertamente su batalla contra la enfermedad de Parkinson, revelando detalles íntimos sobre su estado de salud y cómo la enfermedad afecta su vida cotidiana.
El artista, retirado de los escenarios debido a su condición, no dudó en describir su situación actual de manera franca y sin rodeos. “Estoy como el culo“, expresó Solari, utilizando un lenguaje directo para describir la complejidad de su lucha diaria con el Parkinson.
VER: El Indio Solari estrenó dos nuevas canciones junto a Los Fundamentalistas
A pesar de su retirada de los escenarios, el Indio Solari sigue activo en la creación musical, presentando temas nuevos en los últimos días. En sus propias palabras, esta “súper actividad” le permite distraerse momentáneamente de la enfermedad, logrando algunos “rounds de descanso”. Sin embargo, al regresar a la realidad, la afectación motora es evidente. “Ni bien vuelvo a la realidad, ya camino muy mal“, confesó el músico.
Solari, reconocido por su carácter reservado, compartió también sus limitaciones físicas, lamentando que actividades que antes realizaba con facilidad, como nadar en aguas abiertas o hacer largos en la piscina, ahora le resultan inaccesibles. “Yo he nadado aguas abiertas y no puedo hacer un largo en la pileta”, expresó con pesar, revelando la frustración que siente al enfrentar las limitaciones impuestas por la enfermedad.
“No me gusta que me vean así“, afirmó Solari, reflejando la lucha interna que enfrenta al enfrentarse a la percepción de los demás sobre su condición de salud.
En una entrevista en Caja Negra para Filo News, el Indio Solari reflexionó sobre el envejecimiento en el mundo artístico. “Así como me retiré del escenario, a mí nunca me gustaron los artistas viejos. A mí me dan un poco de pena. Me parece que es una cosa de jóvenes“, comentó el músico, destacando su perspectiva sobre el paso del tiempo en la industria musical. “El blues está para eso, para los viejos”, concluyó, evidenciando su conexión con el género musical y su aceptación del proceso natural de envejecimiento.