El 17 de julio de 2008, el por entonces vicepresidente Julio Cobos fue el encargado de desempatar en el Senado de la Nación la votación sobre la resolución de retenciones móviles impuesta por el kirchnerismo.
Con aquel “mi voto no es positivo”, el mendocino tomó gran notoriedad y pasó a la historia. A quince años de aquel enfrentamiento, el mendocino volvió a subirse al ring tras el picoteo reciente entre Cristina Fernández de Kirchner y Martín Lousteau en la Cámara alta.
Con un tuit breve y con cierta picardia que le agrega el emoji de una persona con las manos hacia el cielo, el diputado nacional por Mendoza le metió el dedo en la llaga a su ex compañera de fórmula.
No hicieron falta demasiadas aclaraciones para darse cuenta que se refería a Cristina Kirchner. En el estrado desde el que Cobos fue protagonista de aquel conflicto que tuvo en vilo al gobierno con el campo, se la agarró con Lousteau, que por aquellos fue ministro de Economía.
“Senador, ya debería haber aprendido que no hace falta quórum para la sesión del día de hoy, gracias“, soltó horas atrás CFK. Inmediatamente, el radical le contestó: “[Ustedes] deberían haber aprendido de economía también”.
Rápida de reflejos, CFK reaccionó dejando la formalidad de lado: “Me enseñaste vos con la 125”.
Tras el cruce, allegados a Lousteau expresaron gran malestar porque desde el entorno de CFK con autorización para ingresar al recinto difundieron el video, que como era de esperarse inundó las redes sociales.
Inclusive, la vocera de la Presidencia, Gabriela Cerruti, lo llevó a sus redes y le agregó: “Momentos”.
Momentos ❤️
pic.twitter.com/86KpwTGuGo— Gabriela Cerruti (@gabicerru) May 11, 2023
La resolución 125, oficializada el 11 de marzo de 2008, fue una bomba para el sector agropecuario. La iniciativa planteaba una suba en las retenciones, entre otros cultivos. En el caso de la soja se daba un incremento que pasaba de un 35% a casi un 44,1%, llegando luego un tope de 48,7%.
Ahora, Cristina Fernández de Kirchner reavivó un viejo conflicto que derivó en la renuncia de Lousteau a finales de abril del 2008. En otras ocasiones, la exmandataria habló sobre esta cuestión y cargó duramente contra quien fue su exministro y dijo que el tironeo con el campo por la 125 le costó “sangre, sudor y lágrimas”.
Cobos volvió a recordarle esa disputa al kirchernismo, con quien se enfrentó para siempre desde esa madrugada de julio de 2008. Inclusive, sabido es que luego aguantó el resto del mandato sin volver a dirigirse la palabra con la presidenta.
La dramática sesión
El tuit de Cobos no es para nada inocente. Él fue uno de los que más luchó para evitar que esa resolución convertida en proyecto sea votada en el Senado en momentos en los que la conflictividad había ganado las calles.
Por aquellos días, el oficialismo tenía los números justos, a partir de la deserción de algunos senadores que no querían saber nada con la iniciativa que le traía serios dolores de cabeza en sus provincias.
El bloque de senadores del oficialista Frente para la Victoria lo encabezaba otro dirigente que actualmente integra Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto. Su alocución casi al final del debate, cuando ya se veía venir que la votación terminaría empatada, generaba una fuerte tensión. Inclusive, presionó a Cobos sin disimulo: “Sería increíble que un vicepresidente vote en contra de su propio gobierno salvo que lo quieran debilitar, herir de muerte o quieran empezar a aniquilarlo”, dijo cerca de las 3.20 de la madrugada.
“¿Qué pasó? Hace menos de 100 días teníamos un bloque mayoritario donde las manos sobraban… El año que viene hay elecciones. Si las ideas de los hombres y las mujeres del campo son tan buenas, el gobierno al que pertenezco va a tener un mal resultado en las urnas, es probable, es posible”, reconoció. “Usted tiene una gran responsabilidad institucional, histórica; espero que la ejerza con responsabilidad y prudencia de un hombre de Estado”, le suplicó el senador por Río Negro a Cobos.
El vicepresidente intentó hacer todo lo posible para pasar a un cuarto intermedio, pero Pichetto lo cortó: “Como les dijo Jesús a sus discípulos: lo que haya que hacer, hagámoslo rápido”.
A 12 minutos de que el reloj marcara las 4:00 se votó y el tablero arrojó un empate en 36 votos. Cobos justificó brevemente su postura. Hizo hincapié en la necesidad de lograr la unidad del país y el consenso. “El país está esperando que de acá salga algo consensuado”, expresó, y remarcó: “Sé que formo parte de este gobierno y que vengo de otro espacio político y esto me permite disentir en algunas cosas”.
Poco después, llegó el momento de su recorda frase: “La historia me juzgará, no sé cómo. Pero espero que esto se entienda. Soy un hombre de familia como todos ustedes, con una responsabilidad en este caso. No puedo acompañar y esto no significa que estoy traicionando a nadie. Estoy actuando conforme a mis convicciones. Yo le pido a la presidenta de los argentinos que tiene la oportunidad de enviar un nuevo proyecto que contemple todo lo que se ha dicho, todos los aportes que se han brindado, gente de afuera o aquí mismo. Que la historia me juzgue, pido perdón si me equivoco. Mi voto… Mi voto no es positivo… mi voto es en contra”.