En recuerdo de referéndum de 1946, se celebra la fiesta de la República Italiana, tradición que es habitual cada 2 de junio.
Este año, la Fiesta de la República presentará algunas características a destacar, ya nuevamente se instaló el debate que apunta a modificar la ley de ciudadanía. Este tema no es menor, ya que podría jugar en contra de millones de italianos, los cuales podrían ver vulnerados sus derechos.
Desde 1861, cuando logró su unificación, Italia y los demás países europeos, otorgan la ciudadanía por derecho de sangre, en latín Ius Sanguinis. En otras palabras, la persona a la que le corre sangre italiana por sus venas, es italiano.
De todos modos, también está el sistema latín Ius Solis, el cual tiene en cuenta el lugar de nacimiento. En este caso, se tienen en cuenta los lugares de nacimiento.
Si bien el Ius Sanguinis fue siempre utilizado por Europa, y por sobre todo Italia, referentes de centroizquierda volvieron a impulsar el intento de cambiarlo por el Ius Solis, tentativa iniciada en 2015 y frustrada por medio de la oposición de la Lega y otros espacios políticos de centroderecha. Inclusive, el 13 de octubre de 2015, el Ius Soli fue aprobado en la Cámara de Diputados con una fuerte resistencia de la Lega, y gracias a esa insistente oposición, el proyecto no recayó en el Senado.
De todos modos, el Ius Sanguinis es una política de estado, usada desde la creación del Reino de Italia. Es una ley que puede ser cambiada en el parlamento. En caso de aprobarse, millones de descendientes de italianos que todavía no tramitaron la ciudadanía perderán sus derechos, y podrían también verse afectados los que ya la tienen otorgada.
A fin de contrarrestar esta iniciativa, es que este 2 de junio, en el marco del Día de la República Italiana, comenzó una campaña de recolección de firmas para solicitar constitucionalizar el Ius Sanguinis.