El gobierno de China alivia algunas restricciones en la ciudad de Shangai. Una de las últimas medidas permite que 4 millones de personas abandonen sus casas y salgan del confinamiento. El funcionario de salud Wu Ganyu dijo que el virus “está bajo control efectivo”.
Si bien China quiere llegar a tener 0 casos de coronavirus, todavía esto no se puede lograr. Este miércoles se registraron 19.927 nuevas infecciones en el territorio continental chino, de las cuales todas menos 2.761 tuvieron síntomas.
Por su parte, en Shanghái se registraron el 95% del total, o 18.902, 2.495 de ellos con síntomas.
Quienes arrojan positivo al virus pero no desarrollan síntomas tienen que ingresar en centros de cuarentena habilitados en salas de exposiciones y otros edificios públicos.
Sin embargo, la cuarentena sigue para varias personas. Algunos individuos no pueden salir de sus casas y por supuesto, las grandes concentraciones de gente están prohibidas.
Cuando se dice que la gente no puede salir de sus casas, es literal. El gobierno chino le envía comida a la población. Las farmacias están cerradas y se han cancelado cientos de vuelos. Como consecuencias, miles de personas que viajaron a China se quedaron atrapadas en ese territorio.
La cuarentena no solo trae consecuencias en la salud mental de las personas, sino que también China registra una caída en su economía. Los datos oficiales mostraron esta semana que la actividad económica de los tres primeros meses del año bajaron con respecto al último trimestre de 2021.
Los cierres “podrían agravar las interrupciones de los suministros en otros lugares” y elevar la presión para el aumento de la inflación, señaló el Fondo Monetario Internacional en un comunicado.