La llegada de Julián Domínguez al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca no cayó para nada mal en el sector productivo, y con directivas precisas del presidente Alberto Fernández, el flamante funcionario parece haberse puesto al frente del conflicto por la exportación de carne.
Días atrás, los equipos técnicos de las entidades del campo y del Ministerio se reunieron para intercambiar información y visiones sobre el balance que reflejaron los más de cuatro meses de restricciones en la exportación de carne. En tal sentido, Jorge Chemes, Presidente de Confederaciones Rurales Argentinas dijo que “desde el Ministerio se escuchó con atención cuál es la postura de las entidades. Hablamos de los resultados negativos que se generaron con los cupos y a pesar de que digan que con esto se frenó el aumento de la carne, en realidad creemos que eso ocurrió porque los salarios están deteriorados”.
Si bien es cierto que la carne estabilizó su precio durante los últimos dos meses, depende de cuál sea el análisis que se realice sobre los motivos por los cuales se produjo una merma en la suba.
Según Ámbito, el Gobierno anunciaría medidas que mejorarían la comercialización de carne a China, principal mercado exportador de la Argentina. Hasta el momento, hay un cupo permitido de exportación del 50%, al que se agregan las cuotas especiales a Europa, Estados Unidos e Israel. También están vigentes las restricciones para vender al exterior siete cortes populares, como asado, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío. Estos cortes no se pueden comercializar hasta el 31 de diciembre próximo.
Se cree que entre los anuncios se plasmará el otorgamiento de cupos para los frigoríficos que no exportaron durante 2020 y que por lo tanto no contaban con un parámetro para realizar el cálculo de la exportación permitida. A estos se les permitiría una cuota especial.
Según el consultor ganadero Victor Tonelli, “es probable que el gobierno libere la exportación de los siete cortes prohibidos de la vaca que va a China, que representan un 25% del peso de la res y que hoy constituye un gran problema. Si eso se libera sería una mejora, al menos en el valor de esa categoría que mayormente va a China, mercado que representa cerca del 75% del volumen total exportado”. Otras versiones dan cuenta de que se podría añadir un volumen extra de 5000 toneladas adicionales para la exportación al gigante asiático.
Las decisiones que imparta Domínguez en las próximas horas podrían impactar en el mercado interno, algo que Alberto Fernández busca cuidar. Desde el sector de los matarifes, el titular de la Cámara de Abastecedores y Matarifes (CAMYA), Leonardo Rafael, aseguró que “en cuanto a la liberación de la vaca a China siempre estuvimos de acuerdo, pero quizá no sea el momento. Hay poca zafra y mucha demanda, por lo tanto eso puede generar una distorsión en el mercado interno. Creemos que sería importante que se abra paulatinamente el mercado y eso podría ocurrir a partir de la liberación de los siete cortes populares de la vaca, que en el mercado interno no tienen ningún efecto”.
Mientras el sector productivo pide por la normalización del mercado exportador de carne, el Ejecutivo busca contener el precio de un producto que vital en la dieta de los argentinos. Según Rafael, si desde Casa Rosada inyectan dinero los bolsillos de los consumidores “a fines de octubre vamos a tener una suba de precios. Aumentará la demanda en un momento de oferta delicado y eso recalentará la plaza”.
Salir de un cepo no es sencillo y hacerlo en un momento de baja producción y alta oferta puede ser complejo desde el punto de vista económico y por lo tanto político. El desafío entonces será trazar lazos con la dirigencia rural, demostrar con hechos que la idea es normalizar la exportación de carne y empezar a trabajar en el desarrollo productivo con metas objetivos claros.